Bestia de la Luna

? 《7》?

Los besos eran tiernos, Damian pasó su mano a la mejilla de esta, al fin sintiendo su hermosa piel, podía sentir como esos besos lo llevaban a otra dimensión, algo totalmente distinto, ella se había recargado un poco en el sillón y el siguiéndola, escucharon el ruido de un carro y se separaron, ella se puso de pie y fue por un vaso de agua, limpiaba su boca, estaba nerviosa

—Te dije que haber comprado helado de vainilla sería la elección para Grace....—la madre de esta había entrado con el mandado y detrás de ella su padre

—Hola, ¿qué tal? ¿Y tú eres?—el señor Wesley se acercó a Damian y lo saludo amablemente

—Soy Damian Hunziker, un gusto en.....—este intento pararse, pero sintió dolor, se quejó al tocar su vientre

—Lo siento mamá y papá, lo he traído porque en la escuela lo golpearon, quise encargarme de ayudarlo—Grace nerviosa se paró frente a sus padres, sus mejillas estaban rojas

—¿Realmente te sientes bien? ¿O necesitas que te llevemos al médico?—expresó el señor Wesley preocupado mirando a Damian

—Estoy bien, yo debería irme para no incomodarlos—como pudo se puso de pie

—No, Damian, puedes quedarte a comer con nosotros—el padre de la chica le sonrió

Grace y Damian se quedaron en el sillón, esperando a que la comida estuviera lista, ellos no habían hablado después de aquel besó, ella pensaba que sus padres trabajaban, jamás pensó verlos pronto en casa. Grace ayudó a su madre a poner la mesa, los cuatro se incorporaron a la mesa y los padres de esta le hacían muchas preguntas él, a lo igual Damian a ellos

—¿Toda tu familia vive aquí Damian?—la señora Wesley, al fin hablo, lo veía intimidante

—No, solo una tía, hay Hunziker´s por todos lados—sonreía

—¿Y después de terminar la escuela que piensas hacer?

—¡Mamá! Eso no se pregunta

—Está bien Grace, bueno no sé, supongo que trabajar señora—sonrió Damian de lado, mirando a Grace

—¿Tú que sabes de la familia Bachman?

—Solo sé que están locos

Grace se ofreció a llevar a Damian hasta su casa, pues sabía que aún estaba malherido y no podía solo, el padre de esta le dio el permiso, su madre no quedó muy convencida, pero no tuvo otra opción. Estos caminaban a paso lento, Grace casi no hablaba, estaba bastante nerviosa por lo que pasó en su casa, el camino se había vuelto muy largo, nadie hablaba, al llegar él la invitó a pasar

—Creo que mamá no está, ven siéntate un momento—él con dificultad se fue a sentar, palmeo el sillón

—Ya debería irme—decía nerviosa, estando de pie frente a él

—¿Por qué la prisa?

—Porque mis padres me esperan

—Solo siéntate, descansa un poco, el llegar hasta aquí a pasos lentos fue agotador—él sonrió y Grace igual, se fue a sentar

—Lamentó, en serio lo que te pasó Damian—ella lo miro, veía en su rostro algunos moretones

—¿Y lamentas él beso que nos dimos?—él la miraba fijamente, sus miradas se conectaron

—Yo......yo no, bueno es que no sé, ¿por qué me besaste?

—Fue un impulso Grace, tú me agradas, eres una chica linda y yo..... yo soy pésimo para esto—él rasco, su nuca y ella lo miraba con determinada curiosidad

—¿Pésimo en que Damian?

—Sabes, no soy esa clase de chicos buenos, que se portan tan bien con las chicas, no soy bueno en los noviazgos, creo que no soy normal

—Lo normal es aburrido—ella sujetó sus manos y le sonrió, eso hizo sentir más tranquilo a Damian

—¿Lo ves? Aun así eres una chica encantadora

—Quiero que nos demos la oportunidad de tratarnos, saber qué puede pasar entre tú y yo, ¿sí?—él asintió y Grace sonrió de lado

Grace se fue de la casa de Damian, caminaba esta vez más rápido, a su paso encontró donde venden helados, ella gustosa se paró frente al lugar y miro a Evan, este la miraba de una manera intensa, con un helado en la mano, decidió mejor irse y caminar a su casa, fingiendo que no lo había visto, aunque eso era totalmente estúpido

—¿Acaso estás huyendo de mí?—escucho la voz de Evan detrás de ella

—No para nada, es solo que tengo prisa—sonrió, giró a verlo

—Ven, te invitó el helado y después te llevo a casa—él la jaló de su mano y la llevo hasta los helados

—No Evan, de verdad tengo que irme—ambos entraron y él había pedido el helado

—Demasiado tarde—le entregaron el helado y salieron de ahí

—No debiste molestarte

—No es nada

Este la llevo a su carro, ayudándola a subir y para así el irse al lado del conductor. Condujo hasta la casa de Grace y él ponía algo de música relajante, se dedicaban a hablar cada tontería, las risas no faltaban. Llegaron a la casa y Grace iba a bajar y Evan la sujeto de la mano, pensaba decirle algo antes de que ella se fuera

—Necesito decirte algo—ella se quedó quieta esperando a que hablara—Grace, me gustas y quiero salir contigo—esta se quedó realmente sorprendida, la dejo sin habla