La madre de Grace había pasado por la habitación de su hija, iba a entrar, pero escucho que alguien más estaba con ella, no pudo evitar el querer escuchar que sucedía, justamente logro oír que estaba planeando irse lejos y con Damian, eso hizo que la sangre le hirviera, no podía entrar a la habitación y aprenderla en el acto, ella se tragaría el enorme coraje y planear algo, no dejaría que su hija arruine su vida con ese tipo —Me tengo que ir hermosa—decía Damian acariciando el cabello de la chica, ambos estaban de frente, contemplando sus rostros sudorosos y agitados —No te vayas, quédate conmigo—ella se aferró más al cuerpo del chico, amaba sentir su calor cerca de ella —No me gustaría irme, quisiera estar así contigo siempre—él también la abrazo más, disfrutaba del aroma que desprend