Al terminar las clases una apurada Lucía salía en búsqueda de un taxi, se había retrasado en un día que Andrés le había dicho era importante. Para su sorpresa él la estaba esperando apoyado en su carro.
- ¿Qué te retrasó tanto? – observó a sus alrededores – ¿tu amigo acaso te quitó tiempo?
- ¿Santi? No, él solo está hoy en la primera clase. Viniste a verme, gracias.
- Vine porque sabía te retrasarías y hoy tenemos mucho por hacer, súbete.
Tras un largo silencio, Lucía finalmente tomó el valor para hablar.
- ¿A dónde vamos? la oficina queda para el otro lado.
- Vamos a un restaurante, tenemos una cena muy importante con el cliente que casi pierdo por tu culpa y la que será su representante.
- Lo siento.
- Ya deja los lo siento y revisa los
