Morgan… Ignoré a las enfermeras que pasaron murmurando algo que seguramente era sobre mí y fui directamente a la cama de Audry. –¿Estás lista? –pregunté con una sonrisa. Ella me miró y afirmó con un movimiento de cabeza. –Tengo todas sus cosas aquí –mencionó Isabelle. Ella había venido desde la mañana para ayudar a Audry, después de casi un mes en el hospital por fin podía volver a casa, yo había atendido en el área de emergencia las consultas básicas por petición del doctor Moreau y mi turno acabó a mediodía, así que podía acompañarlas a casa. –Muy bien, entonces nos vamos. Una enfermera quiso acercarse para llevar a Audry en la silla de ruedas. –Yo lo haré –la detuve y ella acepto –. Gracias por todo. Eso fue suficiente para decirle que se fuera, empujé la silla de ella y