Adam… Maldije cuando escuché la alarma de mi teléfono, apenas pude apagarla, tarde un poco en reaccionar que estaba solo en la cama y también en la habitación. ¿A dónde se fue? No le di demasiadas vueltas al asunto porque tenía un día muy ocupado, afuera me encontré con mi padre. –Buenos días papá. –Hola hijo, ¿Cómo estas? –Como un adolescente –respondí –. Solo espero que cuando salga de aquí no entren a mi dormitorio a revisar las cosas…Ah y está vez si encuentran cosas de mujeres recuerda que estoy casado –Casado –repitió –. Eso es algo que aún me parece imposible. –Es algo que siempre me han pedido, no lo entiendo. –Lo que hemos pedido es que seas más serio y formal, no lo confundas con casarte y tener hijos. –Mamá fue bastante clara –le recordé. Aunque creo que tenía otros m