Se supone que es el día más feliz de toda mi vida, pero de lo único que siento ganas es de vomitar. Es la primera vez que están por pasar veinticuatro horas y no he ido al hospital, ayer por la tarde Ariana volvió a sacarme de la clínica y no sé cuánto tiempo el doctor Moreau vaya a tolerar esto, pero dijo que alguien más me cubriría, pasé el resto del día en un salón y spa donde me limpiaron hasta los pies, era muy tarde cuando terminaron y Ariana me pidió ir a casa, el sábado tendría que estar lista para la boda, un auto pasaría por mí y por Audry cuando ya estuviéramos listas, el estilista llegó a casa muy temprano, pensé que estaba exagerando hasta que vi todo el tiempo que se tardó. –No puedo creer que te vas a casar con mi tío –sonreía al verme –. Te ves muy bonita, como una prin