~* Capítulo 03: ¡Múdate o Supéralo! *~

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PARTE II: ~ Un tormentoso Adagio de Liam ~ ._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._. I should've known all along. You gotta move or move on, When you break up in a small town. * * (Sam Hunt ~ Break Up In a Small Town) ._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._. —Esto no se quitará en años, ¿cierto? —pregunté mientras veía mi rostro pintado en el espejo. —Tendrás que restregarte un poco más de lo normal... Bastante más de lo normal, en realidad, pero sí se quitará, tranquilo. —respondió mamá mientras me daba un ligero apretón de hombros parada detrás de mí, y sonreía a mi reflejo. —Quedó genial, no me malinterpretes, tu trabajo es estupendo, pero quizás debí pensarlo mejor antes de acceder a usar estos disfraces. —Me quejé mientras me acomodaba la corbata y sacudía mi traje. Tenía que admitir que, pese a lo antiguo, el traje no estaba mal. Llevaba puesto un traje completo en un color gris humo que de no ser por el maquillaje, sería favorecedor, y de algún modo hacía que mi cabello se viera más oscuro. Me pasé los dedos ligeramente por la cabeza para poner en su lugar un par de mechones rebeldes. —A mí me pareció una idea muy original —respondió mamá, un minuto más tarde, pasándome el sombrero que complementaba mi disfraz. —Claro, tú no tienes que pasar la noche explicándole a todo el mundo por qué vistes como un cadavérico empresario. —exclamé abriendo los brazos y dándome la vuelta para que viera todo mi atuendo. —¿Estamos listos para partir? —la voz de Logan nos hizo mirar hacia la puerta. Ahí estaba mi hermano, vistiendo un traje de rayas y un maquillaje de c*****r, similar al mío, cubriendo su rostro. Mamá había hecho un excelente trabajo en realidad. "Los difuntos Capone, Costello y Gambino están de vuelta" había sido la idea dada por mi hermano para nuestros disfraces de Halloween. Tres de los matones más grandes de la historia... Pero en versión c*****r. Sólo accedí a eso porque las otras opciones eran Los Tres Mosqueteros versión zombi, o aceptar la idea de Lauren de disfrazarnos de Edward, Emmett y Jasper de Crepúsculo, entonces... No, en comparación, mi look de Al Capone con tez verdosa, no estaba mal. Unos trajes heredados del abuelo que nos consiguió papá, unos cuantos kilos de maquillaje y un total de cinco horas de dedicación y trabajo arduo de mamá... y nos veíamos exactamente como queríamos. —Sí, ya vámonos de una buena vez —dije medio enfadado pasando a su lado, dándole un pequeño empujón en el proceso. —¡Hey! ¡Cuidado! ¿Cuál es tu problema? —escuché que me gritaba mientras bajaba las escaleras y entraba a la sala, justo a tiempo para ver a Lauren abrirle la puerta al origen de mis problemas, a la fuente de mi mal humor las últimas semanas. —Hola, nena —saludó, dándole un beso a mi hermana —Te ves horrible... En el buen sentido. —comentó, haciendo sonreír a mi hermana. Lauren había decidido disfrazarse de Samara, la niña que mata a todo el que ve su video diabólico, en la película El Aro. Tenía que admitir que salvo por el hecho de que era más alta que el personaje en cuestión... Realmente lucía y actuaba como ella, todo su amor por la teatralidad lo estaba depositando en ese disfraz, y se había comprometido tanto con el papel que incluso pretendía ir descalza a la fiesta. Pero claro, nosotros solo nos disfrazábamos por el hecho de ir y disfrutar la fiesta, ella estaba enfrascada en ganar el premio a mejor disfraz que entregaban los profesores a media noche, y su dedicación ese año la haría una dura contrincante. Por otra parte, quien no ganaría ningún premio esa noche sería Lilieth, sin duda alguna, por dos simples y sencillas razones... La primera era que, si bien tenía que admitir que ella se vería hermosa con lo que fuese, como era el caso, su traje de los años 40 no era nada más que bonito. En segundo lugar, y creo que el más importante, es que si los chicos y yo tendríamos que dar explicaciones para que supieran quiénes éramos... Al menos nosotros íbamos disfrazados de personajes de conocimiento general. Ella, por otro lado, no tenía la misma suerte, porque qué adolescente de este siglo sabe quién fue Lauretta Giegerman. Yo lo sabía, fue la esposa de Frank Costello... Logan era Costello esa noche. «La feliz parejita del momento», pensé con amargura mientras veía a mi hermano pasar a mi lado para llegar hasta ella y darle un ligero beso en los labios, que hizo que se me revolviera el estómago. Al final Logan sí la había invitado a salir y ella había aceptado, salieron tres veces más después de eso y desde hacía dos semanas estaban de novios. Lo que se resume en que yo había tenido uno de los peores meses de mi vida. Saber que mi hermano se había enamorado de la misma chica que yo me había caído como un balde de agua fría, pero saber que ella correspondía a sus sentimientos fue como si me golpearan la cabeza con un bate, me dejó totalmente fuera de mí. Jamás me esperé lo primero, pero sin embargo albergué la esperanza de que ella lo rechazara y él desistiera, pero eso jamás ocurrió; al contrario... «Ella parece estar más que feliz a su lado», tuve que admitir con amargura mientras veía a Lilieth sonreír por algo que él le decía. —¿Todo bien? —preguntó mamá a mi espalda. —Sí ma... Todo bien. —¿Seguro? Has estado un poco tosco con tu hermano estos días. ¿Han tenido algún problema? —preguntó con verdadera preocupación, y me odié por eso. Mamá detestaba las malas energías en casa, y lo cierto es que desde que Lilieth llegó a nuestras vidas, malas vibras era lo único que yo emitía. —No pasada nada, ma. Solo estoy algo tenso por lo de la presentación de hoy, ya sabes que estuvimos practicando mucho —respondí besando su frente, intentando tranquilizarla y que no llegara a notar el verdadero problema, mamá sufriría mucho si se enterara de lo que me pasa realmente. Si la familia Callaghan era un mundo, mamá era sin duda el centro magnético que unía cada una de sus partes. Desde nuestro nacimiento había renunciado a todo para ayudar a papá a iniciar su empresa, y dedicarse a cuidarnos a mis hermanos y a mí. Hacía de todo para hacer funcionar a la familia, desde inventar juegos hasta organizar el complicado cronograma de tareas que estaba colgado en la pared de la cocina. Se aseguraba de atender las necesidades de todos nosotros y de ser arbitro imparcial en cada discusión, todo mientras dirigía su pequeña librería y se hacía cargo de los problemas de la comunidad, era como la líder no oficial de la calle. Mamá era una jodida super heroína, pero no podría ayudarme, porque por muchos super poderes que tuviera... No podía hacer que ni Logan, ni Lilieth, ni yo cambiáramos nuestros sentimientos. Y verme sufrir sin poder hacer nada la lastimaría. No podía hacerle eso. —Sé que estarán fantásticos, siempre lo están —dijo en tono dulce —. Lauren prometió grabarlos para que Aidan y yo podamos verlos. —De acuerdo... Sin presiones —comenté sarcástico haciéndole reír, pensando que mis hermanos y yo eramos muy afortunados por tenerlos como padres, lo daban todo por nosotros. «No, en definitiva ninguno de los dos tiene que saber lo que está pasando», me dije mientras la veía bajar las escaleras en dirección a las chicas. —Hola señora, Erin. Los chicos quedaron geniales, yo parezco una cosa rara en comparación —saludó Lilieth dándole un beso en la mejilla a mamá. —Nada que ver, te ves preciosa —respondió mamá abrazándola, y ahí sentí como si clavaran otro clavo a mi ataúd... Mi madre adoraba a su nueva nuera, estaba encantada de que Logan trajera a casa a "una chica tan mona" como decía ella. Solo que Logan no fue quien la trajo... Fui yo. La amargura me llenaba por completo, mientras me imaginaba cómo hubiesen sido las cosas si él no se hubiese atravesado en mi camino. —¡Hey! ¿Estás ahí? —la voz de Luke me trajo de vuelta a la realidad. Estaba parado al pie de la escalera con los brazos abiertos —¿Estás bien? —Claro, ¿por qué no lo estaría? —respondí bajando los escalones que me faltaban para entrar en la sala. —Pues porque estás ahí parado con una cara de tragedia, viendo hacia la nada — intervino Logan por éĺ, acercándose y poniendo una mano sobre mi hombro. —En serio... ¿Qué pasa contigo? —¡Nada! Estoy bien ¿De acuerdo?, solo estaba distraído —mi hermano apretó la boca con disgusto ante mi mala contesta, pero luego suspiró con cansancio. —De acuerdo, iré a subir las cosas al coche... Díganle a las chicas que tienen cinco minutos. Lo vi alejarse y desaparecer de mi vista sin que el sentimiento de rencor se aliviara en mi pecho, tener que lidiar con él cada día estaba volviéndome loco. Logan y yo siempre habíamos tenido una muy buena relación a pesar de nuestras diferentes personalidades, pero en ese preciso momento aquello parecía un recuerdo muy lejano, la amargura me estaba carcomiendo lentamente, y podía notar que estaba empezando a afectarle a él también. —Se que no soy quien para decirlo, pero... Deberías cambiar esa cara. Se supone que el amargado del grupo soy yo, y me haces ver como que no estoy haciendo mi trabajo. —comentó Luke a mi lado. Nos quedamos viendo en silencio un par de segundos antes que Lauren llegara ante nosotros. —Ahora quiero una foto con Gambino —exclamó entre risas mientras se lo llevaba del brazo. Me quedé ahí contemplando cómo mamá tomaba foto tras foto de los chicos en diferentes poses, las chicas rieron de diversión cuando Logan entró corriendo a la casa justo en medio de una foto, y empezó a hacer caras raras para la cámara; incluso Luke parecía contento, en cambio yo estaba ahí queriendo estar en cualquier otro lado. —Vamos, Liam... Quiero una foto con mi cuñado favorito —dijo Lilieth tendiendo su mano hacia mí entre risas, mientras el corazón que ya creí roto semanas atrás, se me despedazaba nuevamente al oír sus palabras. —Es el único que tienes —comentó Logan lanzándome una mirada amenazadora, muy impropia de él. No necesité explicaciones, jamás necesité subtítulo con mi hermano. Estaba ordenándome que me tragara mi mala actitud y fuese amable con ella. No lo culpé, yo haría lo mismo si fuese su novio, quizás hasta más. «Pero no lo soy, y no lo seré», recordé mientras tomaba su mano, sintiendo que mi mundo seguía fracturándose más. *** Los aplausos y los vitoreos inundaron el gimnasio mientras la última nota salía de mi boca, sonreí apoyándo mi mano derecha y mi frente del micrófono, saboreando ese momento, dejando que el sentimiento inundara mi pecho, después de tantas semanas de melancolía, por fin llegaba un poco de alegría. Así era como me quería sentir siempre. Miré a mi derecha y vi a Luke al otro extremo del escenario contemplar al público fijamente, no sonreía, pero respiraba con pesadez, y supe que se sentía exactamente igual que yo; probablemente más, porque nada de lo que yo estuviese sufriendo se asemejaría nunca a lo que él tuvo que vivir, esa alegría que yo sentía de seguro se potenciaba cinco veces más en él. Y en medio de los dos estaba Logan, quien sin duda alguna estaba disfrutando el momento. Sonreí al ver a mi hermano dar saltos en su lugar mientras batía los brazos sobre su cabeza, y animaba a los chicos a gritar más, él sin duda había nacido para eso. Corrió hacia Luke y tomó su mano, para luego acercarse a mí con una gran sonrisa tendiéndome la suya. Y por un segundo fue como si nada estuviera mal, como si el último mes no hubiese pasado; tomé su mano y dejé que la alzara para seguir recibiendo los aplausos tanto de estudiantes como profesores. —Y esos fueron The Ghost Engine, damas y caballeros. Un aplauso para ellos —anunció la señora McAdams, nuestra profesora de literatura, al micrófono. —. Recuerden que ya casi es medianoche y anunciaremos al ganador del mejor disfraz. Sigan disfrutando su noche... ¡Y no creas que no te estoy viendo, Donovan! —concluyó amenazante. Sonreí al captar con la mirada a Chase Donovan, el busca pleitos de la clase de Lauren, toda una celebridad en el colegio. Todos en el ahí habíamos escuchado las últimas semanas que alguien planeaba llenar el conducto del aire acondicionado con pintura en polvo durante la fiesta, pero si bien Chase era una celebridad... Le faltaba astucia, pues su mala costumbre de andar alardeando siempre de sus hazañas, y lo que consideraba grandiosas ideas, le habían hecho el principal sospechoso de absolutamente todas las travesuras que alguien hacía en el colegio. Así que esa noche, tenía a todo el cuerpo de maestros detrás de él, aunque nadie había mencionado que el dichoso plan fuese suyo. —Vamos, chicos; hay que despejar el escenario por ahora. Pero de verdad que estuvieron fantásticos —nos dijo mientras nos guiaba hacia los escalones del escenario. —Gracias, profesora —respondió Luke, antes que ella siguiera su camino, seguramente para realizarle el quinto interrogatorio de la noche al enemigo público número uno. —¿Acaso no estuvimos geniales? —preguntó Logan emocionado. Y no pude evitar sonreír ante su entusiasmo, la música y en especial todo el proyecto de la banda siempre había sido lo más afín que teníamos mi hermano y yo. —Mas que eso... Superamos todas mis expectativas, chicos. ¡Que orgullo! —les dije mientras me lanzaba sobre ellos para abrazarlos. Unimos nuestras cabezas en una formación cerrada con nuestros brazos en el hombro de los otros. —Vamos a seguir intentándolo ¿De acuerdo? En serio tenemos algo bueno aquí. La banda siempre había sido algo que hacíamos por placer, pero desde hace un año estábamos considerando la posibilidad de tomarlo en serio y tomar el camino que nos llevara a vivir de ello, y esa noche lo supe con certeza... Quería que la música fuese mi vida, y quería hacer música con ellos siempre. —Hasta el triunfo —respondió Logan entendiendo a lo que me refería. Le sonreí y luego miramos a Luke, que siempre fue el más escéptico al respecto. Nuestro amigo nos vio fijamente por unos segundos y luego suspiró antes de hablar. —Hasta el triunfo... y más allá de eso también —dijo finalmente sonriendo Jamás olvidaría esa noche, ese momento abrazado a mis hermanos, decidiendo el rumbo de nuestro destino y poniendo nuestras esperanzas en ello, sabiendo que ellos se comprometerían al mismo punto. Pero para mi mala suerte, el recuerdo estaría manchado de por vida. —¡Chicos! Estuvieron estupendos, estoy tan orgullosa de ustedes —exclamó Lilieth sonriendo, mientras se acercaba a Logan para abrazarlo. Haciendo que mi resentimiento hacia mi hermano saliera a flote otra vez. —¿Les gustó? —preguntó él mientras la rodeaba con un brazo. —Por supuesto —Lilieth sonrió antes de darle un beso. Hice una mueca de asco, wso no dejaba de revolverme el estómago. —Y debo admitir que lo de Ghost Engine no suena tan descabellado durante una fiesta de Halloween. —¿Cierto que no? Luke aún intenta convencernos de cambiarnos el nombre —respondió Logan haciéndole reír, mientras Luke ponía los ojos en blanco. —Estuvieron fenomenales —agregó Lauren que venía detrás de ella. Me dio un abrazo y luego fue a hacer lo mismo con Logan, para luego rodear a Luke en un abrazo y quedarse colgada ahí cuando él le devolvió el gesto. Mi hermana siempre había sido la única capaz de sacar el lado tierno de nuestro amigo. Y entonces, encontrándome ahí, entre la incómoda situación de mi hermana y mi mejor amigo susurrándose quién sabe qué cosas; y la dolorosa realidad de mi hermano y la chica que me gustaba... Su novia; me sentí insignificante, solo y absurdamente iracundo, mi alegría de minutos atrás era un vago recuerdo en ese momento, y cuando vi a Logan y Lilieth besándose alegremente mientras yo me sentía tan miserable... Terminé explotar. —¡Váyanse a un puto hotel y dejen el maldito espectáculo! —gruñí alejándome de ellos, mientras escuchaba el jadeo de sorpresa que lanzó Lauren. Tenía que salir a tomar algo de aire, pero sentí un fuerte jalón en el hombro, que me hizo girarme de un tirón. —¿Qué demonios fue eso? —tenía el rostro furioso de mi hermano a escasos centímetros del mío, y supe que nunca estuvimos tan cerca de una pelea como en ese instante, porque yo quería golpear su cara hasta drenar toda mi furia, y vi en sus ojos que respondería con la misma violencia si lo provocaba. —Solo dejen el espectáculo para cuando estén solos —dije zafándome de su agarre en un solo movimiento. —¿Espectáculo? ¡Solo fue un maldito beso! Entiende una cosa, Liam... Lo que sea que te esté pasando conmigo... Lo resuelves conmigo. Pero a ella déjala al margen, y por encima de todo... No la humilles, nos enseñaron a actuar mejor que eso. —explotó Logan, y de pronto me sentí como una basura al ver el rostro consternado de Lilieth a su espalda. —Yo no... No pretendía... —me quedé en silencio sin saber qué decir, la furia y la decepción estaban destrozándome la mente y no me dejaban pensar con claridad. —¿No pretendías? Sinceramente no sé cuál es tu problema, pero llevas semanas amargándole la vida a los demás sin ningún motivo y ya estoy cansado, así que te propongo que recapacites las cosas por lo que resta de noche, de otro modo te irás a casa caminando, porque te juro que no te dejaré subir al coche con nosotros... Así nos quiten el puto auto. Tomó a Lilieth de la mano y se alejaron de mí. Y justo donde los había dejado estaban Lauren y Luke, que me veían en silencio pero con desaprobación. Me di la vuelta y emprendí mi camino fuera del gimnasio. Caminé a grandes zancadas hasta acercarme a la fuente, y me quité el estúpido sombrero mientras me sentaba en el último banco que la rodeaba, y dejé caer la cabeza entre mis manos, tratando de analizar lo que había pasado, pero mi cabeza solo era una maraña de sentimientos confusos. Por un lado estaba la vergüenza por lo que dijo Logan que había hecho... Nunca tuve intenciones de ofender a Lilieth. Por otro lado la desazón de estar en conflicto con mi hermano, jamás había sentido ganas de golpearlo, esa ira me descolocó, y ciertamente jamás le había visto tan enfadado... No conmigo al menos. Pero lo cierto es que el recuerdo de los dos besándose, no solo en ese momento sino cada una de las malditas veces que había tenido que verlos, era cómo ácido destruyendo todo en mi interior. Por suerte no tuve que meditar solo, porque antes de que mi mente pudiera formular el primer pensamiento coherente, vi unos zapatos vintage a blanco y n***o aparecer en mi campo visual, respiré hondo al verlos, sabiendo quién los calzaba... Yo había tenido que obligarlo a ponérselos. —¿En serio he sido tan patán? —pregunté cansado. —Pues... Yo diría mas como un completo imbécil, pero sí. En términos generales... Un patán —respondió Luke sentándose a mi lado. —Perfecto, justo lo que quería oír —comenté con sarcasmo. —Pues no sé si lo querías oír... Pero es un hecho que necesitas que te digan la verdad —respondió encogiéndose de hombros —Es eso y recapacitar, o terminar entrándote a golpes con tu hermano. ¿Es a lo que quieres llegar? —Claro que no —respondí rápidamente. Porque si bien estaba molesto con él... no quería arruinar nada entre nosotros, y sentía que esa pelea lo haría. —¿Entonces qué vas a hacer? —No lo sé, Luke; es complicado decirte qué pasa —dije sintiendo cómo la frustración se apoderaba de mí nuevamente. —No soy idiota, Liam; sé que pasa. Te pregunto es qué vas a hacer —respondió contante. «Claro que lo sabe... Siempre lo supo». Me sentí avergonzado al tener que admitirlo en voz alta. —No sé qué hacer, esto me está volviendo loco —admití ocultando el rostro entre mis manos. —No puedo estar con ellos sin que se me revuelva el estómago. Y no puedo verle a la cara sin estar resentido. —¿Resentido por qué? ¿Con quién? —preguntó él frunciendo el ceño. —No lo sé... con ambos, odio que lo haya elegido a él. —contesté sin saber exactamente qué decir, era un tema bastante confuso, incluso para mí. Solo sabía que me sentía herido cada vez que veía a mi hermano. Luke rió irónico al escucharme —¿Qué pasa? —¿Que lo eligiera a él? Ella no tuvo que elegir, Liam... Tú nunca hiciste nada. No puedes culparla por aceptar la única propuesta que se le hizo, y sobre todo no puedes culparla por no saber lo que sientes por ella, jamás has dicho una palabra al respecto, y hasta donde sé ella no lee mentes. Lamento como te sientes, y te entiendo, pero no tiene sentido. Sus palabras se clavaron en mi mente. Porque tenía razón. Yo jamás le confesé mis sentimientos a Lilieth, de hecho... salvo por un par de ocasiones, nunca volví a hablar a solas con ella, y desde que empezó a salir con Logan mi trato hacia ella había sido distante. —Supongo que tienes razón, pero él... No sabes el remolino de emociones que me llenan cuando los veo juntos. —¿Y por cuánto tiempo más será esto? —preguntó impaciente. —¿Cómo quieres que lo sepa? —pregunté a la defensiva. —Liam yo no puedo hablar por los sentimientos entre ellos, esto puede acabarse mañana como puede durar mucho, pero lo que quiero que me digas es... ¿Qué pasa si esto dura años? Si quedan juntos al final... ¿Pasarás toda la vida amargado y despotricándo cada vez que los veas juntos? Me quedé petrificado ante la idea, pues hasta ahora no me había atrevido a mirar más allá de mi tormentoso presente. La idea de que su relación perdurara y ella empezará a formar parte real de la familia me destrozó más que un disparo al corazón. Pero era algo importante a pensar... ¿Qué haría entonces? ¿Los odiaría por el resto de mi vida? —¿Y qué crees que deba hacer? —sin tener idea de cómo afrontarlo. —No te va a gustar lo que voy a decir. —respondió mirándome fijamente. —Seguramente no, pero justo ahora... Prefiero que tú seas la voz de mi razón. —Para mí esto es una situación de habla ahora o calla para siempre, pero tu momento de hablar fue hace un mes, Liam; cuando Logan te preguntó si estabas de acuerdo. Y entiendo que hoy sea difícil manejarlo, pero yo estuve ahí cuando diste tu respuesta. —el peso de su mirada me recordó a los sermones de mi papá cuando quería darnos alguna lección importante, y como aquellas... La de Luke era igual de sabia y acertada. Lo cierto era que si bien yo me había enamorado de Lilieth al instante, nunca lo demostré. Jamás le hice algún comentario a mi hermano, y cuando él me preguntó si podía invitarla a salir le dije que sí... ¿Por qué hice eso? ¿Por qué no fui sincero? En el fondo sabía que la razón era que no quería enemistades entre mí hermano y yo, así que decidí hacerme a un lado. ¿Pero entonces por qué las creaba yo? ¿Por qué insistía en culparlos a ellos por mi decisión? Realmente había sido un imbécil al tratarlos de esa forma, no era su culpa que yo me sintiera herido o traicionado, la culpa era solo mía, y mis motivos eran absurdos. Y, a menos que pretendiera dañar la relación con mi hermano, tenía que afrontar la realidad... Logan y Lilieth estaban juntos, y tenían todo el derecho de estarlo. «Y yo tengo que aprender a vivir con ello». Me dije con resignación. —¿Chicos? —la voz de Lauren nos hizo mirar hacia la fuente. —¿Qué rayos te pasó? —preguntó Luke al verla. Lauren estaba inclinada en la fuente, cubierta de pies a cabeza con espuma blanca y densa, lavándose la cara mientras desprendía espuma con cada movimiento. —Resultó que sí era Chase, pero no era pintura... Era espuma. Y fue entonces cuando vimos a otros chicos saliendo del gimnasio y alejándose hacia el estacionamiento, todos luciendo igual que mi hermana. —Ese chiquillo estúpido, hará que lo expulsen —comentó Luke mientras se levantaba para ayudar a Lauren a limpiarse. —No si la profesora McAdams lo atrapa primero —respondió Logan acercándose a nosotros, y de su traje poco se veía entre toda la espuma que llevaba encima —Pero creo que todo esto es nuestra señal para irnos. —¿Y Lilieth? —preguntó Luke. —Su papá vino a buscarla. Solo le dieron permiso hasta medianoche. Pero en fin... Hay que irnos. —¿Y las cosas? —pregunté y la expresión de Logan cambió de inmediato. —Tendremos que venir mañana por todo, allá adentro todo es un completo caos. —se limitó a decir. Nos quedamos un rato en silencio mientras Luke seguía ayudando a Lauren, y Logan empezaba a limpiarse. Me acerqué a él cuando trataba de sacudirse la espuma de la espalda sin mucho éxito. —Déjame, yo lo hago —dije acercándome a él y empezando a quitar la espuma. —Gracias —fue todo lo que me dijo. Pero al menos no se negó y ya eso era buena señal. —Lo siento —dije en voz baja, haciendo una pausa antes de continuar. —He sido un imbécil estos días y... —Semanas —interrumpió él. —Vale, he sido un imbécil sin razón estas últimas semanas, y en serio lo lamento. —¿Te molesta que tenga novia? —preguntó mirándome fijamente —¿Es porque le dedico menos tiempo a la banda? Quise decirle la verdad, pero una parte de mí sabía que no tendría sentido hacerlo, Luke tenía razón, mi tiempo de hablar ya había pasado, así que mentí. —Sí, lo siento, se que igual te esfuerzas, pero me molesta un poco todo el asunto. —respondí torciéndo la boca, pensando cómo hacerlo más real. —Pero no es excusa para lo que hice, voy a relajarme, quizás era todo el tema de la presentación de esta noche lo que me tenía así. Te aseguro que todo estará mejor ahora. —¿Y Lilieth? —preguntó agudizando la mirada. —Te prometo que me disculparé con ella en cuanto tenga la oportunidad. —Mañana. —me ordenó. —Mañana —repetí, aunque la idea de tener que afrontarla tan pronto me hacía dudar. —Vale, supongo que es una buena idea... Para empezar, en casa terminaremos de hablar —agregó él lanzándome al pecho las llaves del auto —Por ahora... Tú conduces de regreso. Dicho esto me pasó por un lado mientras Luke y Lauren, que habían escuchado en silencio, lo seguían. Y sonreí al comprender que había logrado solucionar las cosas con mi hermano, parcialmente, al menos. Solo me faltaba disculparme con Lilieth, aunque no sabía cómo; y afrontar el hecho de que era la novia de mi hermano, aunque de eso tenía incluso menos idea. _._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._. "Debí haberlo sabido todo el tiempo, tienes que mudarte o seguir adelante, cuando rompes en un pueblo pequeño" (Sam Hunt ~ Break Up In a Small Town) _._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._._.
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