Capítulo 6
602 Words
¿Yo cabeza dura? Creo que me están diciendo de todo. Soy su padre.
–Creo que te estas pasando.
–Y vos no.
Narra Leonor.
Más tarde, terminó mi horario de trabajo y salgo de la empresa. Por suerte no vi a su padre, entre a mi auto y salí rápidamente de ahí.
Entro a mi casa y le aviso a mi hermana que estoy esperándola. Pasan unos minutos y escucho el sonido del timbre. Camino hasta la puerta y la abro, veo a mi hermana parada frente a mi, tenía unos lentes puestos.
–Pasa. – Le digo.
Nos sentamos en el sillón y la miró seriamente.
–Sacate los anteojos.
La escucho suspirar y se saca los anteojos. Mis ojos se abren como platos al ver su ojo morado.
–Julia. –Enojada. –¿Fue el?
–Leonor.
–¿Luis te hizo esto?
Julia me mira y agacha la cabeza.
–Por dios, Julia. –Nerviosa. –¿Fue Luis?
Levanta la cabeza y asiente. Me pongo de pie y ella hace lo mismo, agarrandome.
–No hagas nada.
–Pero el te pego, tenes que hacer la denuncia.
–No puedo. – Llorando. – Tengo miedo.
–No estás sola.
Le doy un abrazo y llora en mi hombro. Hijo de puta, lo voy a matar.
–Quédate a vivir en mí casa por un tiempo.
Ella se aleja de mi y niega.
–No, podría ponerse peor.
–No te va a pasar nada, confía en mí y cuando estés mejor, te acompaño a hacer la denuncia.
–No estoy segura.
La miró atentamente.
–¿Es la primera vez que te hace esto?
La escucho suspirar. ¿Hace cuánto la golpea? Quiero matarlo.
–Julia.
–No puedo denunciarlo Leonor, se va va a poner peor.
–Vas a vivir acá, no se va a animar en hacerte daño.
Me mira y asiente.
–¿Me prometes que vas a estar conmigo?
–Obvio que sí, eres mi hermana.
Me da un fuerte abrazo.
–Gracias.
–Ese hijo de puta la va va a pagar, te lo prometo.
Ya está calmada.
–Date un baño, podes agarrar algo de mi ropa.
–No se como haré para sacar mis cosas de allí.
–Yo me voy a ocupar.
Se aleja de mi y sube las escaleras. Por suerte ya pasó todo y se alejó de ese hijo de puta. ¿Cómo fue capaz de hacer sufrir a mi hermana? Lo odio.
Narra Anibal.
Esa mujer me sacó de mis casillas, trato de comportarme bien y ahora aparece esta loca como la nueva contadora de la empresa. A veces pienso que mi hijo es un loco, ¿cómo la va a contratar? Tengo que ver su curriculum. Hable con la secretaria de mi hijo y se lo pedí. Minutos después ella me lo entrega y lo leo en mi oficina. Esto no puede ser verdad, el curriculum está perfecto, entonces mi hijo tenía razón, es brillante. Y eso es peor para mi, no la voy desplazar fácilmente y es un dolor de cabeza. La puerta se abre y lo veo a mi hijo.
–¿Qué estás revisando?
–El curriculum de Sor Juana de la Cruz.
Mi hijo no pudo evitar la risa.
–Es inútil que cambies, no puedes leer ese curriculum y lo sabes.
–¿Por qué? Soy el dueño.
–Pero trabaja para mi, no para vos.
–Me da igual y lo peor es que tuviste razón.
–¿Lo peor?
–Si peor para mi.
–Papá creo que para que esta empresa funcione bien es que a Leonor le tiene que ir bien.
Creo que ya perdí todo orgullo, bueno ya esta gano mi hijo, me disculpo con ella y se terminó.
–Ganaste, le voy a pedir disculpas pero no creas que voy a tener un contacto con ella.
–Total que le puedas hablar como un hombre civilizado, todo bien.
–Soy un hombre civilizado.
–Lo serás cuando te disculpes.
Se va dejándome con la palabra en la boca. Ya perdí toda dignidad y gracias a esa mujer.
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