Narra Anibal. Odio ver a Leonor con mi hijo, se levantaron y suspiro. –¿No son lindos juntos? –Me pregunta Silvia. Aprieto mi puño y la miró seriamente. Ella solo sonreía, como si se diera cuenta de mi humor. No me gusta esta situación, estar acá simulando algo que no es, me estoy muriendo de celos y por dios es mi propio hijo, no lo puedo evitar. Vuelven con el helado y lo sirven. –La verdad que estuvo delicioso. –Dijo Silvia. –¿Para cuando el casamiento? Me atragantó y a Leonor le paso lo mismo. –Es muy pronto todavía. La veía nerviosa, no me gusta la conducta de Silvia, ¿que le pasa? –Bueno a mi me encantaría. Habló mi hijo, suspiro y miro a Leonor, su mirada está en mi, sonríe. ¿Cómo puede ser que con solamente su sonrisa me alivie tanto? Me encanta. Terminó la ce