Fui al entrenamiento al día siguiente, Oneyda me habló sobre lo asombroso que fue llevar a los ciervos al pueblo, muchas familias tendrán comida por varios días, las chicas le hablaron a Tamira que fui yo quien las lídere para atraparlos, me dí cuenta que dos chicas más se unieron al entrenamiento, Joseph las hizo ser compañeras, pero se acercaron a nosotras porque querían aprender, Oneyda había sido muy veloz anoche, es increíble lo rápido que se adapta a lo que yo le estaba enseñando, hicimos un entrenamiento aparte de los chicos, después de todo el Alfa había dicho que las chicas no estábamos obligadas a venir, Joseph no dijo nada y se dedicó a los chicos. Cuando llegamos a la clínica, Tamira me felicitó por la caza, me ordenó un par de turnos de noche, mi compañera también sería Oneyda