El gran lobo nos llevó hasta lo profundo del pueblo, se detuvo frente a nosotros viendo a Adrián, tengo esa extraña sensación que ellos pueden entenderse con solo las miradas aunque no entiendo cómo, el lobo se dio la vuelta y regresó por donde venimos. –Tenemos que entrar –indicó Adrian al señalar la gran puerta. –No es que tengamos opción. Adrián me miró con recelo porque sabe que es su culpa que estemos en esta situación, en especial por poner en peligro la vida de Hope, pero es algo que solo ellos pueden sentir porque yo tengo una sensación de familiaridad como si estuviera exactamente donde debería estar. Antes de acercarnos a la puerta una chica abrió. Su rostro era impasible y neutro, como si nos estuviera esperando, se hizo a un lado para que entraramos, nos guió hasta llega