—¡Pero a ti te gusta mi primo! —¡Que no me gusta Ethan! —grité avergonzada. —Entonces no te importará apostar —sonrió el pelirrojo, desafiante—. En menos de 3 días, robaré tu primer beso. Desperté aterrada y sudando a mares. "Un sueño", pensé, mientras intentaba calmar mi respiración, "¡S-Sólo fue un loco sueño!" Me dejé caer hacia atrás, completamente aliviada. Un par de segundos después, me levanté y me coloqué la cálida bufanda azul de Adam, de manera que cubriera sus hombros y con ellos, mis moretones. Caminé hacia la salida, con la intención de bajar a desayunar, cuando oí la voz de mi primo a través de la puerta. —He venido a relevarte —escuché a Ethan. —Sí, joven Ethan… iré a asegurar las defensas. Retrocedí hasta la ventana, completamente asustada. "¡No ha sido un sueño