La otra expicasion de lo que no se, ve pero se si esta.

1520 Words
Me coloco un suéter largo, parece un vestido, unas botas y mis pantis. No me gusta lo que veo, solo que quizás un talle más no me quede tan corto. Salgo para buscar a la chica y cuando miro entre las góndolas los veo. Ella toma la mano de él para llevarla debajo de su Blusa. Él la quita, pero ella se acerca y es allí cuando camino rápido hacia ellos . — Perdona, no sé si trabajas aquí o te regalas. Pero ... necesito otro taller de esto, mejor sabes que no voy a llevar nada.—. salgo de allí y camino hacia el vestidor para quitarme esto y largarme, ya veo que no lo conocen mucho, lo conocen todo. Me quito las botas para colocarme mis cosas pero la cortina se abre y entra . — Sal de aquí — le digo. Él me toma contra la pared y me besa de tal forma que no puedo alejarlo y no quiero . Lo quito —Creo que debes sali, no sea cosa que tu amiga se enoje— él me mira y se muerde el labio, besa mi cuello, coloca su mano por debajo del suéter y rompe las pantimedias tomándome de las caderas y me sube sobre él. — No se solucionan así las cosas.—es lo unico que pude decir. —Quien dijo que quisiera solución —él saca su m*****o y me tiende de tal forma que trago un gemido, luego de nuevo y de nuevo miedo, su hombro, la excitación de saber que aquí cualquiera nos puede escuchar es genial. Lo mejor es que ella sepa que él ahora a la que hace gemir es a mí. Me apoyo más en él dejando que la penetración sea extrema, su boca succiona uno de mis pezones y sin esperar más llegamos juntos al clima rápido, fuerte, brusco y así de delicioso. Él me baja y se acomoda en eso, pienso solo un instante . — Toma— luego de limpiarme todo lo que juntos hicimos, le doy la parte limpia a él para que se lipier. Él me mira extrañado y lo hago yo, limpio su m*****o, él sale y me quedo acomodado con las cosas . Salgo con la ropa que si me llevara él está afuera. — Esto lo llevaré, no pasaré frío por una zorra.— él mueve la cabeza y camina con las cosas en la mano y el carro en la otra . En eso veo a la mujer y sonrió, camino hacia ella y desdoblar la toalla sucia y el lado izquierdo , ya saben que lo colocó en la palma de sus senos . Ella siente que lo pegajoso ya abre sus ojos . — Para que no te quedes con las ganas, tienes lo que quieras — camino lejos de ella y siento que me grita — ¡ Qué asco!— levanto mi dedo del medio y sigo hacia la caja. —¿Qué pasó allí?—me dice el. — No lo sé aquí como que no tienen buena atención al público — él paga y salimos, mete las bolsas al maletero y me subo al auto. — No volveremos a esta tienda — le digo cuando él sube y arranca la camioneta —. Es la única tienda de por aquí —él conduce y allí mismo no dejo pasar. — No lo sé, quizás tú si te guste venir ya veo que te conocen muy bien. — Él sonríe, no dice nada. — No sé por qué me trajiste, o quizás a cada lugar que vaya de este pueblo me cruzaré con una zorra que quiere volver a revolcarse contigo. —¿De verdad comenzarás ahora?—veo que mueve la cabeza en forma de contener su enojo lo se. — Claro que no si a ti no te gusta hablar de mi pasado Pero .... Veo cómo él acelera y cada vez más —baja la velocidad — le digo, él no lo hace y aprieta el volante —. ¡Tanto te enoja, ya no sé qué decir y que no!— Él frena de golpe . —¡Me quieres matar, estás loco!— — Dímelo tú acaso. Cres, que me acosté con todas. Cres, que me gusta hablar de eso. Tú viste una situación nada más.— — Sabes que mejor no digo nada, no sea cosa que ...— no lo digo Pero lo pensé, él enciende la camioneta y salimos hacia la casa. No sé por qué en casa, siguiendo la diversión, es la misma . Lamentablemente, son cosas que no puedo olvidar hoy más que nunca, no logro comprender por qué pasó en primer lugar . Llegamos, él se baja y se va para el bosque sin decir nada, obviamente no lo voy a seguir para nada, él no tiene la razón y así la tuviera, pierde cualquier sentido cuando todo lo hace a los gritos . Me meto dentro de la casa, acomodo las bolsas y me abrigo más aún, preparo un café y enciendo la chimenea; ya es hora de almorzar y, como saben, nada me detiene ante el apetito . Estoy en la cocina cuando escucho un ruido, sé quién es el quién más siento. Me quedo en la cocina, tomo una botella de vino cuando me giro lo veo, Noa esta frente a mi, sus manos llenas de sangre su mirada perdida como si o fuera el. Me quedo en la cocina, tomo una botella de vino cuando me giro y lo veo. Noa está frente a mí, sus manos llenas de sangre, su mirada perdida como si lo fuera . Me quedo quieta, inerte, como si mi cuerpo no pudiera moverse. —Noa...—es lo único que sale de mi boca, él estira su mano y me toma del cuello suelto la botella, él me aprieta muy fuerte. Noto cómo mis pies se despegan del suelo, él me mira mientras una sonrisa siniestra que no puedo dejar de verlo. Lo golpeo pero es como pegarle al concreto, solo grito sin voz, llamo a Dan sin saber si él no regresara y al hacerlo me vea ya ,muerta. ¿Por qué él está haciendo esto? Cuando mis ojos se están cerrando ya me duele el pecho de no poder res`pirar él me arroja contra la pared lejos de él. Mi cuerpo, si fuerzas, golpea la pared y cae al suelo. Trato de que el aire entre en mi cuerpo rápido , toso ya que no sé cómo puedo tomar fuerzas, pero nada de eso importa . Miro a mi alrededor para ver con qué puedo defenderme, no veo nada. Él llega a paso lento y trata de arrastrarme lejos de él, pero me toma del cabello y comienza a arrastrarme mientras camina. —¡¡SUELTMEEEE.... DANNNN!!— gritó rogando que él llegue y detenga esto, solo que al ver cómo la fuerza de Noa es descomunal, creo que aun así Dan no podría con él. Golpeo, pateo para que me suelte, veo cómo tira todo de la mesa y me pone sobre ella. Trato de bajar, trato de salir de allí pero él me toma del cuello, esta vez no tan fuerte. —Dilo. Todo mi cuerpo comenzó a temblar, nada tenía sentido, su voz era ronca. sus ojos gices como si una bestia estuviera en él. —No...no sé... solo déjame ir ...—sin poder decir más él me muerde. Es tanto el dolor que me duele la garganta de gritar lo más fuerte, él me suelta y me mira. me muevo, juro que no puedo soportarlo, él espera que diga algo. —Te lo ruego...— Él toma de nuevo mi brazo y lo morde . Esta vez siento cómo sus dientes trapasan mi carne, es tanto el dolor que siento que me desmayaré, siento que prefiero que me mate. Me vuelve a soltar ahogada en llanto, solo pido que ya no más. Él vuelve a mirar. me sé que lo volverá a hacer, ya no sé qué decir o hacer, y cuando se acerca para volver a hacerlo, siento cómo alguien corre y miro a Dan, él salta sobre él. Agitada y casi sin sentido, solo veo cómo él está destrozando a Dan. —¡Dan...!—golpe tras golpe notó cómo Dan pierde fuerza. En eso, corro hacia la cocina, tomo una cuchilla y sin pensarlo se la clavó en su espalda. Él suelta a Dan. noto cómo se congela su cuerpo , siente el frío, desde aquí sus músculos se contraen y se gira lentamente. —¡Venus, debes decirle que se rinda ante ti!—escucho lo que grita Dan. —¡Hazlooooo!— Camino hacia atrás y él lo hacía,mi boca tiene sangre que podría ser la mía perfectamente. —¡¡Te matará Venus Dilo!!—sin saber que es esto lo digo, cierro mis ojos y lo grito. —¡¡Ríndete ante mí, ríndete a tu mamá!!—cierro los ojos esperando el golpe, pero este nunca llega.

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