Me acerco a la máquina y tomó los resultados comprobando que efectivamente, logré crear mi perfecta arma mortal. Sonrió satisfecha al ver que su letalidad y toxicidad, se encuentra dentro de unas balas que lograrán acabar con quien quiera atentar contra nosotros. Realmente yo no deseo acabar con la vida de alguien, pero siendo consiente que una guerra puede generarse, debo estar preparada. Guardo las cosas y me dirijo a mi habitación. En algún momento, cuando tenga ánimo para practicar mi arma con alguna persona que lo merezca, lo haré. Mientras, tendré que enfocarme en las responsabilidades que tengo y puedo manejar bajo el nombre de mi madre. Alguien toca a mi puerta, cuando estoy desmaquillándome al saber que no necesito salir a algún lugar. — Adelante — digo siguiendo con mi tare