capítulo 6

3694 Words
Narra Zoe El sonido de la ambulancia se escucha más cerca. Por lo que rápidamente pregunto lo que sucede. — ¿Me van a llevar a algún lugar? — pregunto y mi enfermera niega — Entonces averigüe lo que está pasando La enfermera asiente y se marcha. Rápidamente entra a la habitación — ¿Qué ha pasado? — pregunto preocupada. — Señora Clem, la señora Robinson se cayo en la cocina y ahora esta siendo llevada a un hospital. El asombro me invade. — ¿Cómo es posible que haya pasado esto y no hayan pedido tu ayuda para auxiliarla mientras venia la ambulancia? — pregunto enojada. — El doctor que venía a revisar su estado se encontró con el problema y por ello fue él quien la auxilio mientras venia la ambulancia. Suspiro profundo. Esto no puede ser. — ¿Qué tan grave fue la caída? — No sé. Pero toda caída a su edad es grave. Por ello, la enviaron directamente al hospital para que atendieran cualquier dificultad que pueda presentar. Asiento. Sí, eso es lo mejor que pudieron haber hecho. — Llama a mi guardaespaldas. — pido y ella asiente. De inmediato él entra a la habitación. — Averigua como fue todo esto del accidente ahora — dijo y él se marcha mientras la agonía me invade por no saber que ha pasado y no poder moverme a averiguarlo. Suspiro profundo. — La abuela debe estar bien. Solo con ella puedo dejar a mi hija cuando muera. — susurro preocupada. Soy consciente que la abuela no podrá ayudarla a dirigir todo el imperio que heredará. Pero su compañía y amor, le ayudarán a pensar que nada es difícil de lograr si tiene el apoyo de los suyos. Pero si algo le sucede a ella, no sé qué va a pasar ahora. De acuerdo a lis exámenes de la última semana, mi tiempo de vida se acabo hace mucho tiempo. Por lo que ahora, podría decir que estoy viviendo horas extras. Mis órganos ya no pueden más y mi cuerpo no soportará otra operación. Por lo que, cansada, he aceptado mi destino sabiendo que no solo logré obtener mi venganza y darle un buen futuro a mi hija, sino que, ayude a que muchas personas tuvieran un lugar de trabajo excelente sin importar su orientación s****l, si es hombre o mujer o si tiene alguna discapacidad. Y ello, ya es un logro grande. Sí, en mi tiempo como jefa de la mafia, me he expandido mucho. Por lo que durante las elecciones siguientes a mi triunfo, no hubo elecciones porque todos estaban de acuerdo con mi reelección como jefa suprema de la mafia sin matarnos entre sí. Pero ahora, que puedo morir en cualquier momento, sé que mi hija tendrá muchos problemas que causarán que ella se sienta sin salida. Es por ello que, Pancras y Ethan la ayudarán en ello, Derek en la empresa y los abuelos en darle el calor de hogar que ella tanto necesita para enfrentar todo. Pero, si algo le sucede a alguno de ellos ¿Qué va a pasar? Hasley es muy ingenua y necesita de todos ellos para salir adelante sin mí. Por lo que, los necesita a todos y no a uno solo. Sobretodo, necesitará a la abuela para que le ayude a sanar las heridas que sin duda, Luke le causará. Porque algo es seguro, el que me hayan dicho que mi tiempo de vida es poco y él regrese a Nueva York es una clara señal de que él viene a robar todo lo que tendrá Hasley con mi muerte y ella está tan enamorada que no lo notará hasta que sea demasiado tarde. Molesta de que las cosas nuevamente no salgan como quiero, pienso en una nueva salida en la que mi hija no sufra. Pero no se me ocurre alguna y eso me molesta. Ya envié a Ethan a cuidarla y ordene que la universidad permitiera el paso de ellos a cualquier lugar. Incluso, estoy pidiendo guardaespaldas mujeres para que la acompañen hasta en el baño, cuando yo muera. Ya que, el ataque de todos hacia ella se efectuará y eso ni podré retrasarlo más. Pido fervientemente que algo me salga bien y que mi hija abra los ojos, pero sin duda, la tonta debe estar tan enamorada que ahora hará todo lo que él quiera. El guardaespaldas entra a la habitación preocupado. — Di lo que sabes. No estoy para rodeos. — El accidente ocurrió porque la nueva sirvienta dejó regar agua en la cocina y no la seco bien. Por ello la abuela se cayó. — Ese error le ha costado la vida. Así que, mátala. Para que en el infierno siga cometiendo los mismos errores. — ordeno y el chico asiente — Un momento, mejor ayúdame a bajar, seré yo misma quien le quite la vida por estúpida. Mi guardaespaldas mira a la enfermera preocupado pero soy yo quien hablo reafirmando mi orden. — Llévame abajo y es una orden — hablo fuerte y claro. Llevo varias semanas sin poder levantarme por mis problemas de salud. Pero sabiendo que moriré en cualquier momento, lo que menos me preocupa es morir postrada en una cama o en la planta baja matando a quien causó que la abuela Robinson tuviera un accidente. El chico asiente y con ayuda de los demás, me llevan en una silla de ruedas fuera de la habitación en la que he estado desde que me mude aquí. Con supervisión de la enfermera, bajo a la planta baja por el ascensor. Así que, llego al poco tiempo a mi destino. Mi guardaespaldas me lleva hacia el sótano y me carga en sus brazos para bajar a él. En el lugar, ya está la chica llorando por algo que aún no le ha pasado. Pero no es verla desesperada lo que causa mi sonrisa. Lo que ayuda a que me sienta feliz por un breve tiempo es recordar que a pesar de mi enfermedad, puedo matar a quien me hace daño o daña a los míos. — Señora Clem, yo lamento mucho lo que pasó aquí. Yo solo quise tomar agua de la cocina para regar los árboles, pero no pensé que causaría este problema. — Nombre. — Mi nombre es lila. — susurra y yo sonrió. Tomo el arma que esta en la correa de mi guardaespaldas. Reviso si tiene munición y sonrió. — ¿Sabes? Algo que la vida me enseño es que no existen coincidencias, sino, fichas moviéndose en un juego del que sin saber eres participe. Así que dime ¿Quién te envío? Porque eso de que hicieras esto en tu primee día de trabajo, me resulta extraño. — Señora Clem, le juro que no fue algo intencional. — ¿Quién te envió? Te hice una pregunta y quiero que sólo respondas eso. La chica me observa con miedo y su rostro palidece cuando le apunto — Fue Luke Pritzker. Dijo que era indispensable que los ancianos murieran pareciendo un accidente. Bajo el arma y analizo detalladamente lo que dice. Luke fue creado por la abuela, así que, ¿por qué haría alfo como esto? Aunque sabiendo de lo que es capaz, no me sorprendería. Yo lo saque de esta casa porque estaba en malos pasos y no quería que ello afectará a mi hija. Pero estudiando todo lo que hizo en Inglaterra solo pude encontrarme con tres chicas enamoradas que gastaron mucho dinero en él para después morir cuando él las manipulo, tomo lo que quiso y las digamos causando que su única salida fuera el suicidio. Yo no quiero eso para mi hija y mucho menos quiero que este cerca alguien que fue capaz de mandar a asesinar a la persona que lo crío. Pero, dándole el beneficio de la duda, investigaré primero antes de tomar cartas en el asunto. Ya que, bien pudo haber sido él o alguien más quien hizo todo esto. Por lo que debo investigar esto a fondo. — De acuerdo. Fingiré que te creo mientras investigo, ya que las cosas aún no están claras. — informó entregándole el arma a mi guardaespaldas. Cuando hago ello alguien entra al sótano corriendo. Es la jefa del servicio quien tiene sus mejillas húmedas. — La señora Robinson murió — dice en medio del llanto y yo no puedo tomar las cosas con calma. Rápidamente tomo el arma de mi guardaespaldas y le doy un disparo a la chica antes que suelte el aire que tenia retenido. Una bala en medio de sus cejas le quita la vida mientras yo me desplomó al saber la muerte de la señora Robinson. — ¿C-cómo es posible? — susurro. — Sufrió un infarto en la sala de operaciones y el señor Robinson se desplomó al escuchar la noticia de su muerte. Mis lágrimas salen sin que pueda impedirlo y lloro desconsoladamente como hace años no lo hacía. Lloro tan fuerte que me llevan de regreso a mi habitación y me conectan a varios aparatos mientras intentan inyectarme un sedante. — No puede ser. Esto no puede estar pasando. — pido en medio del llanto. Me duele el corazón que ya no quiere funcionar y siento como el dolor que siento supera el dolor que sentí con Phia. Por lo que siento, que no podré soportarlo. Continuo llorando mientras los sedantes comienzan a funcionar y mi corazón se acelera más antes de caer en la inconsciencia cuando escucho una última frase. — El señor Robinson también murió. Eso no puede ser. No puede ser posible que ambos mueran. No pueden morir ambos como mis padres y dejar a mi pequeña sola. Mi vida se esta acabando y ella va a quedar completamente sola como una vez yo lo estuve. Así que, ¿Qué voy a hacer? — ¡Debemos suministrarle sedantes o la perderemos! ¡Su corazón está muy débil, debemos protegerla de sus propias emociones! — dice el medico e inmediatamente la enfermera corre lejos de mí, prepara una inyección y la coloca en mi cuerpo. Mi corazón solo puede protegerse si esto es una mentira. Ellos deben estar bien. Ellos son muy buenas personas para morir. Ellos deben… ellos debes estar para mi Hash, ya que pronto no podré estar para ella. Ellos no pueden morir. Ellos no. La oscuridad aparece y me absorbe por completo haciendo que mis súplicas ni siquiera se escuchen. Esto debe ser un sueño. Yo pronto despertaré y ellos estarán bien. Por el bien de mi hija e incluso por la misma vida de Luke. Porque sí es verdad que ellos murieron, la culpa es de Luke y se lo cobraré con sangre; su maldita y asquerosa sangre. Pero al ver como Clem, Au, mis padres, Phia y ahora los abuelos aparecen en estos momentos, toda esperanza de estar ellos con vida desaparecen y eso causa que llore desconsoladamente sin tener temor a que mi corazón falle. — No puede ser — susurro con lágrimas corriendo por mis mejillas. — Fue el momento para partir y no me siento mal por ello. Ya que tuve más de lo que quise y viví rodeada de personas que me amaron como si fuera su propia familia. Así que, no sufras por mi partida. >> Ya que, mi estadía en este mundo fue la experiencia más agradable que alguien pudo haber vivido. Por eso, puedo irme en paz. Porque, aunque no tuve hijos, te tuve como nieta y me permitiste ver crecer a mi bisnieta. Las cenas solitarias con Daniel, fueron reemplazadas por una cena amplia y ruidosa con ustedes. El silencio fue reemplazado por risas y el amor no sólo lo recibí de mi esposo, sino de ustedes y por ello, me siento complacida y feliz al irme. Ahora solo espero que cuando tú partas sientas lo mismo, mi pequeña. Sus palabras no me reconfortan por más que quisiera y no puedo evitar llorar. — Hiciste tanto por nosotros en vida, que ahora después de muerta no tienes nada que hacer — susurra el señor Daniel — No viniste a vivir con nosotros años atrás, pero la espera valió la pena, porque nos distes más de lo que esperábamos. Así que, vive tranquila porque sólo hiciste cosas buenas por nosotros y ya no necesitas hacer más, mi hermosa Zoe. No llores porque nos vamos alegres y no te derrumbes cuando Hasley te necesita fuerte ¿De acuerdo? — De acuerdo — susurro para que partan tranquilos. Sin embargo, el dolor no se apacigua con sus palabras. Pide haberles dado todo, pero eso no quiere decir que ello ayude a que no me duela su partida. Dios ¿Por qué no dejaste que yo muriera primero? Así no sentiría este dolor que siento y debo esconder de mi hija para que no se derrumbe como yo lo estoy haciendo ahora. Suspiro profundo y es en ese momento que todos siguen aquí. — No te preocupes por esto. Nosotros estamos contigo en las buenas y en las malas — susurra Clem — Por lo que no estas enfrentando esto sola, mi amor. Ojalá pudiera tenerlo conmigo cuando despierte. Él me ayudaría a ser fuerte y podría morir tranquila sabiendo que Hasley tiene a su padre. Pero no es así y eso me preocupa. La entrene para la vida dura pero eso no la enseño a ser fuerte y es por ello que, Luke podrá dañar la si yo no estoy. Ese es mi mayor miedo. Tengo miedo de que la dañe y ella no soporte el dolor. Porque a mí lo que no me hizo romperme fue que no me enamore de alguien y si al no estar enamorada de Clem como ella lo está de Luke, sufrí tanto por él. No me quiero imaginar lo que sentirá ella cuando realmente sea quien creo que es. Rayos ¿Qué voy a hacer? Poco a poco despierto e inmediatamente hablo. — Llamen a mis guardaespaldas. Necesito que hagan algo por mí. — ordeno. La enfermera asiente y se marcha mientras el doctor me observa con reproche — Te di un sedante que no te dejara dormida por mucho, pero no tienes control del cien porciento de tu cuerpo. Es decir, no puedes moverte sola, porque estás sin fuerzas para hacerlo por lo que te di, pero solo tú podrás controlar las afectaciones que las emociones fuerte le causan a tu corazón. Así que, en sus manos está dejar sola a su hija o vivir un poco más. Ya que, medicamente no hay algo más que hacer por usted. Asiento y mis guardaespaldas llegan. — Necesito que busquen pruebas para saber si lo que dijo esa mujer fue verdad o no. Si realmente lo es, necesito que maten a ese bastardo de la manera más dolorosa. Pero si no lo es, protejan aún más a Hasley. Ya que, quien sea que hizo esto quería debilitarnos emocionalmente para el ataque real ¿De acuerdo? — De acuerdo. — Además, mi hija no debe saber nada de lo que pasó aquí. Si es culpable o no, no estoy interesada en que conozco el proceso para descubrirlo. El chico asiente y se marcha. Quedando un solo joven. — Necesito la tableta para saber la salud de mi hija y también que tenga un equipo preparado para arreglar la despedida de los abuelos. Como todas mis ordenew no quiero algún error, ni que la organización de esto ponga en riesgo la seguridad de nosotros ¿Quedó claro? — Sí señora, quedo claro. Narra Hasley Llego a casa y encuentro la misma en absoluto silencio. Ya no hay bienvenidas afectuosas ni deliciosas comidas. Por lo que, ahora el lugar que he tenido como mi hogar, lo siento tan extraño y vacío. Agotada por este día, subo a la habitación de mi madre. Los guardaespaldas me dejan entrar y yo busco la manera de ser fuerte para consolar a mi madre. Ya que, si algo mí ha causado tanto dolor la muerte de mis abuelos, a ella le dolería el doble. Entro a la habitación y lo primero que veo es a mi madre con una tableta en sus manos mientras uno de los guardaespaldas espera pacientemente a su lado. — A ambos los tendremos en el salón de la casa. Quiero que en ella coloquen todas las flores que le gustaba a la abuela Amelia y que coloquen los tangos que al señor Daniel le encantaban. Quiero que todo lo que he pedido se haga perfectamente. Yo no quiero errores ni que ellos vengan con ataúdes feos y débiles o ropas viejas y desgastadas. >> Ellos fueron muy buenos con nosotros y no quiero que escatimen en dinero si es alfo relacionado a ellos. Ahora, de acuerdo a la comida, que sea algo rico que la cocinera escoja y espero que sea espectacular. Tendrán que tener café, aromáticas y todo tipo de líquido que necesitemos durante este tiempo. No sé cuántas personas vendrán, pero no creo que sean muchas de mi parte. Sin embargo, deben enviar la noticia de sus muertes a sus amigos, de los cuales desconozco sus nombres y ubicación. Pero pueden encontrar información de los mismos en la libreta telefónica de ambos. Mi madre entrega la tableta al chico y me observa fijamente. En ella no me evidencia algún dolor por la partida de los abuelos. Sin duda, la piel se me eriza al saber que ni siquiera ha llorado por sus muertes. Sin embargo, es algo más que esperable de una mujer que nunca he visto llorar. — Encárgate de todo y no permitas que nadie cometa algún error en esto. — ordena. — Sí, señora — dice el chico que se marcha rápidamente. — Entonces Luke volvió ¿No es así? — su voz me demuestra que esta muy molesta. — Madre… — ¿Te atreves a llamarme así después de desobedecer en lo único que te he pedido estos últimos años? — Madre, no es lo que tú crees. — Según tú, ese chico es un buen hombre del que siempre he juzgado mal ¿No es así? — Mamá, ya entendí tu descontento con él. Pero me parece que haz condenado tanto a Luke por algo que él no volverá a hacer. Mi respuesta le parece demasiado. — Ojalá sea yo la que este equivocada. Porque sí es verdad lo que sospecho, no solo estas en cometiendo un grave error al defenderlo. Sino que comprenderás, que él no es capaz de robarme porque ahora es capaz de hacer algo peor. — ¿De que hablas mamá? — No voy a decir algo al respecto. No puedo hablar sin pruebas o con un simple testimonio que ya no vive. Ese no es mi estilo. Pero si quiero que comprendas algo, mi estilo es matar a quienes nos hacen daño y si él hizo lo que me informaron, su muerte será peor que el de la basura de su padre ¿Quedó claro? El enojo me invade pero prefiero no responderle como quiero hacerlo. Sin embargo, me resulta imposible no decir algo al respecto. — Vine aquí para apoyarte en tu dolor. Pero al ver que estas tan tranquila, puedo deducir que no le ha dolido la muerte de los abuelos. — No comentes lo que no sabes o mostrarás que tu ignorancia es osada. — No hablo desde mi ignorancia. Hablo desde los hechos. Estas tranquila arreglando su sepultura sin siquiera llorar por ellos, sin duda, eso es una clara señal de que sus muertes no te afectan como pensé. Mi madre me sonríe — Siempre quise saber como de vería alguien tan enamorado que se de ja llevar por una emoción tan destructiva. Pero ahora que te veo, ya no tengo dudas de como lucen. — ¿De qué hablas, madre? — Es simple. A él lo defiendes porque no has visto lo que ha hecho, pero a mí no me defiendes por no verme llorar, sino que pasa todo lo contrario; tú me condenas. No puedo soportarlo más y le respondo. — Eso lo hago porque sé quién eres y lo fría e inhumana que siempre has sido. ¡Nunca has derramado una lágrima por alguien y te importa poco que pueda pasarle a los que siempre han estado contigo. Porque tu único interés es matar a quien quiera que se nos acerque. >> Por lo que si alguien muere, eso no te duele y mucho menos te hace llorar. Tú no eres un ser humano, tú eres alguien con corazón de piedra que solo se siente bien cuando mata, nada más. Por eso fui ingenua al creer que estadías llorando la perdida de las personas que si fueron unos padres para mí y no alguien que solo me exige para algo que nunca tomaré. Por eso y muchas cosas más es que te condeno, ya que solo eso mereces. — Ahora comprendo que el mayor peligro es ser ciego. Eso te conduce a ser más ignorante y más débil de lo que ya eres. Ya no espero que estés bien después de mi muerte, porque ahora comprendí que no sentirás dolor sino descanso. >> Por lo que, ahora solo espero que, cuando te apuñale quien tanto defiendas, tengas una manera de responderte y no me reafirme que no solo no tienes mis genes sino que no tienes los genes de la basura de tu padre. Porque ninguno de los dos fue tan tonto como tú lo has sido. Ahora, lárgate de aquí y estréllate lejos para no tener que verte así. Y ya no vengas más a mi habitación, no quiero recibir visitas de personas que me odian, ya que, posiblemente se les cumpla el milagro de verme morir — responde con dureza y sin algún indicio de dolor. — Eso haré. — susurro amechándome de la habitación de ella. De inmediato, la culpa me golpea y me doy cuenta lo cruel e irrespetuosa que fui. Pero ahora, no sé como arreglarlo, ni tampoco, porqué dije todo eso ¿Cómo arreglaré esto? — me pregunto mentalmente. Sin duda, esta reunión no salió como lo esperaba.
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