ELINA
Estoy aún con mi vestido de novia puesto, aunque ya todos los botones están desabrochados y mi espalda está desnuda mientras mis manos evitan que la tela se siga deslizando y muestre mis pechos, me estaba tratando de cambiar para irme a dormir finalmente, pero Zane parece tener otros planes, y aunque estoy a punto de preguntarle qué cree él que está haciendo entrando en mi habitación de esa manera, me contengo porque aunque se me haya asignado esta como mi habitación personal, éste sigue siendo su palacio, incluso si él se ha empeñado en hacerme sentir como si fuera mío también.
Empiezo a entrar en pánico y siento el conflicto empezar a crecer dentro de mi mente, por un lado mi cuerpo entero está gritando que lo detenga ahora mismo y salga de aquí, hay un instinto muy arraigado en mi ser que se rehúsa a ser tocada por él, y por el otro, está mi mente llamándome tonta y llenándome de toda clase de argumentos del por qué debería hacerlo, primero, es necesario para consumar el matrimonio, segundo, si me rehúso a hacerlo probablemente Zane lo tomará a mal, y por último, negarme a esto que es tan natural dentro de nuestra r**a es como si de alguna forma afirmara mi fidelidad hacia un hombre que no hizo más sino herirme.
Zane se acerca a mí sólo con el pantalón puesto, mostrando su cuerpo esculpido y bronceado en todo su esplendor, él es guapo, sí, también es bastante sexy, pero no logro encontrar en mí la voluntad para acostarme con él, y siento a mi corazón empezar a palpitar con fuerza cuando él pasa su mano por mi brazo y luego se inclina hacia mí, rosando mi cuello con sus labios, pero eso sí, en la parte contraria de donde se ubica la marca que Bastian hizo, siento mi piel erizarse pero no es por placer, sino por el rechazo que todo mi cuerpo parece experimentar con su toque, esto se siente mal, se siente muy mal, debería detenerlo ahora mismo antes de que vaya más lejos.
Pero, si lo detengo ¿qué haré entonces? Puedo darle alguna excusa estúpida hoy y él será demasiado educado para fingir que me cree, pero no podré darle excusas todos los días, y si él decide retirar su apoyo a mi causa, estaré perdida.
-Cálmate, Elina, respira, es sexo, sólo eso, no es nada más que sexo y si todos los demás pueden hacerlo sin un vínculo que los una, tú también puedes, por el bien de tu gente, por el bien de tu causa- trato de convencerme a mí misma, pero vaya que me está costando.
Incluso pienso en la posibilidad de usar un enlace mental para pedirle a mi hermano o alguno de mis guerreros que arme un alboroto afuera para crear una distracción, pero sé que eso sólo arreglará el problema por esta noche, ya que ellos no estarán allí afuera todo el tiempo, y aunque trato de pensar en alguna salida a esto, no hay ninguna que sea lo suficientemente útil para evitar acostarme con Zane sin crear un conflicto entre nosotros que eventualmente afectará mis planes.
Puedo hacer esto, puedo hacerlo, no sé cómo, pero puedo hacerlo, he pasado por muchos obstáculos y dificultades, he sentido el dolor más desgarrador y aún así sigo aquí, una noche con Zane no va a ser demasiado para mí.
Dios, esto es tan difícil, ¿por qué tiene que ser así?
Sé que Bastian probablemente se esté cogiendo todo lo que se mueva, mientras yo estoy aquí temblando como niña chiquita porque otro hombre que no es él me está tocando, mis sentimientos son tan fuertes que no logro controlarlos, incluso sobrepasan mis instintos.
Mis instintos, eso es, debo dejar de pensar tanto y sólo dejarme llevar por los instintos animales que todos llevamos dentro.
Tomo una respiración profunda y siento a mi loba tomar más control de mi mente, mis dudas se empiezan a despejar y mis miedos quedan atrás uno a uno a medida que siento mi cuerpo cambiar ligeramente, casi como si estuviera al borde de la transformación, siento mis manos soltar la tela y el vestido cae al suelo mientras siento el aire frío en mis pezones lo cual hace que se endurezcan de inmediato, noto la mirada de Zane oscurecerse y él me besa con fuerza, casi como si se hubiese estado conteniendo por mucho tiempo, trato de devolverle el beso, pero mis labios no son tan apasionados como los suyos y me cuesta un poco seguir el ritmo.
Siento las manos de Zane recorrer mi espalda desnuda, y de forma dubitativa levanto mis manos para posarlas sobre su pecho de acero y me sorprendo por lo bien que se siente su piel bajo mis manos.
Eso es Elina, de a poco, podemos hacer esto si vamos de a poco.
Los labios de Zane dejan los míos y el inclina su cabeza levemente para tomar uno de mis pezones entre sus labios, mientras con una de sus manos el toma mi otro pezón y empieza a retorcerlo ligeramente entre sus dedos, un gemido involuntario se escapa de mis labios cuando siento su otra mano acariciar ese punto glorioso por encima de la tela de mi ropa interior, y yo siento que ya casi todas mis dudas han quedado olvidadas.
Definitivamente puedo hacer esto, es sólo sexo, es simplemente placer, él no tiene que ser mi pareja destinada para poder darme placer, y ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que fui tocada de esta forma, incluso cuando mi cuerpo se oponía rotundamente al principio, ahora parece haber despertado de su largo sueño y está recordando lo bien que se siente hacer esto de nuevo, incluso mi mente está dándome nuevas razones para seguir, y es que si antes me odiaba a mí misma por guardarle fidelidad a Bastian de forma involuntaria, ahora es cuando caigo en cuenta de que esto puede ser una nueva forma de venganza en contra de él por todo lo que me hizo antes.
Cuando Zane empieza a llevarme hacia la cama y me recuesta en ella de forma lenta, siento una nueva oleada de nervios invadirme, y en el momento en que él se deshace de su pantalón y queda completamente desnudo frente a mí, me tomo un instante para admirar la grandeza de su hombría, definitivamente debe haber algo que los reyes alfa tienen en común, es probable que sus lobos no sean lo único que es más grande que los demás; y cuando Zane se inclina en medio de mis piernas para asaltar mi parte más intima con su lengua, mi mente decide jugarme una mala pasada y por un momento recuerdo a Bastian haciendo lo mismo, incluso podría jurar que el rostro de Zane se transformó en el de Bastian por un momento.
“¿Estás bien? ¿No te gusta?” Zane me pregunta con el ceño fruncido y yo caigo en cuenta de que mi expresión debe ser una muy diferente a la que él esperaba encontrar.
“Sí, si me gusta, continúa,” le respondo con un jadeo y él sonríe levemente antes de reanudar su ataque.
-Concéntrate, Elina, no arruines esto- me regaño a mí misma antes de cerrar los ojos y echar la cabeza hacia atrás, intentando concentrarme únicamente en los movimientos que hace la lengua de Zane sobre mi punto más sensible.
Él es bueno, bastante bueno, diría yo, aunque me decepciona un poco que se haya detenido justo antes de que empezara a sentir la sensación familiar del orgasmo creciendo en mi interior, casi quiero gritarle por la frustración, pero él no me da tiempo de decirle nada cuando se ubica entre mis piernas y se desliza dentro de mí con un movimiento lento que me hace rodar los ojos.
Siento la tensión en la parte baja de mi abdomen empezar a crecer de a poco mientras Zane bombea dentro y fuera de mí cada vez a un ritmo mayor, para este momento ya es inútil tratar de contener los gemidos que salen de mi boca, y sus jadeos en mi oído cada vez se me van haciendo más sexys, incluso empiezo a pensar que podría llegar a acostumbrarme a esto, él es bueno en esto, su cuerpo es malditamente sensual y sabe cómo debe moverse para causar placer, claro, no es ni remotamente parecido a la indescriptible sensación de tener a Bastian dentro de mí, pero si hablamos solo de placer, Zane hace un muy buen trabajo.
Mis gemidos se intensifican y él me pregunta con voz ronca: “¿Estás cerca?”
“Sí,” jadeo, y Zane aumenta la velocidad mientras mis uñas se clavan en su espalda.
Y justo cuando estoy alcanzando el orgasmo, un dolor insoportable me atraviesa el pecho y me hace gritar, pero no de placer, aunque Zane no parece darse cuenta pues él mismo parece estar alcanzando el clímax.
¿Qué carajos fue eso?