Jenny: Al darse cuenta de mi presencia, antipática se acomoda su larga cabellera oscura y voltea a escanearme de arriba abajo, con esa sonrisa burlona, que me hacer hervir la sangra. Por unos segundos que parecieron eternos, me desafía con la mirada, hasta que finalmente bate su cabello para hablar. — Buenas tardes, ¿Acaso no sabes tocar la puerta? — Su chillona voz me resuena en los oídos (¡La odio!), sin embargo, como toda una profesional no caí en sus obvias provocaciones. — ¡Disculpen! No sabía que debía hacerlo, esta también es mi oficina… Pero tranquilos, sigan en lo suyo… Serena, les sonrío manteniendo la frente bien en alto, con elegancia doy unos pasos hasta mi escritorio e ignorándolos por completo, centro toda mi atención en terminar el informe que debo presentar ante el