LUCY
"¡Es un idiota!" Mia exclama con enojo mientras termina de trenzar el lado izquierdo de mi cabeza, después de darse cuenta de que tenía un moño desordenado que se parecía más a un nido de pájaros que al cabello de un ser humano normal, insistió en hacerme un medio recogido con trenzas a los lados. Al principio dudé en dejarla siquiera acercarse a mi cabello, considerando que ella tiene la mitad de su cabello teñido de púrpura, pero debo admitir que está haciendo un gran trabajo.
"¡Sé que lo es, pero no tienes que desquitarte con mi pobre cabeza!" Le digo después de que me tiró del pelo con demasiada dureza. Actualmente estamos en un período libre ya que nuestro profesor de anatomía no se presentó a clase, así que Mia seguía presionándome para que le contara más sobre Joshua y le he estado contando todos los detalles de nuestra historia juntos.
“¡Oh, lo siento Lu! Pero no puedo creer que dejaras que te tratara de esa manera "
"Si estás enojada no más con eso, entonces ni siquiera puedo imaginar cómo reaccionarías después de que te cuente la peor parte", le digo frunciendo el ceño mientras recuerdo el pasado.
"¡Espera! ¿Se pone peor?" ella responde mientras se mueve hacia la parte derecha de mi cabeza para continuar con el trenzado.
"Sí, desafortunadamente, se pone mucho peor", le digo mientras frunzo mis labios al recordar lo que pasó después.
“Okey, entonces ¿qué estás esperando? ¡Escúpelo todo!"
"Bueno, después de que prácticamente me puso los cuernos ese verano, pensé que al menos se disculparía después de regresar, y por supuesto que nunca lo hizo, en cambio siguió evitándome, y yo no soy una de esas chicas pegajosas y necesitadas, así que me rendí, bastante rápido, a decir verdad.
Y luego, un día volvía a casa y lo vi con un montón de chicos que no había visto antes, estaban pasando el rato en la piscina e incluso después de que traté de caminar rápido y evité mirar en esa dirección, de todas formas me vieron y empezaron a llamarme, bueno, fue más o menos como esos piropos horribles que te lanzan los hombres en la calle, así que los miré como si quisiera matarlos con la mirada, pero eso en lugar de hacerlos parar, fue todo lo contrario, se emocionaron más.
Así que miré a Joshua esperando a que dijera algo, pero de nuevo, él sólo se quedó allí mirándome ser avergonzada por sus amigos y no hizo más que sonreír como un idiota, así que me di la vuelta y me fui.
Pensé que nunca volveríamos a hablar, pero estaba equivocada. Los días siguientes siguió buscándome y trató de hablar conmigo pero claro, yo no estaba dispuesta a darle ningún chance, así que le hice la ley del hielo, no podía ser lo grosera que quería ser con él porque todavía tenía que ser cortés por mi mamá, su trabajo y la situación en la que estábamos con su familia.
Pero él no se rindió, siguió pidiendo disculpas por ignorarme y por lo que pasó en la piscina, y después de días de esa continua insistidera, volví a creerle, así que empezamos a hablar pero esta vez fue diferente, él estaba diferente, parecía que de alguna manera había ganado confianza en ese campamento o no lo sé, pero era muy coqueto conmigo y seguía elogiándome por todo lo que hacía, siempre encontraba la manera de estar cerca de mí o de hablarme, y yo no puedo negar que me estaba enamorando de él, y mucho."
“¡Por supuesto que te estabas enamorando de él! Ese tipo de atención dirigida a una niña de catorce años con muchos problemas en casa tenía que funcionar a su favor, pero por dios dime que él es solo un idiota bipolar y que no te estaba tratando bien con otro propósito”, dice Mia preocupada.
“Sí, fue con otro propósito, yo no lo sabía al principio y estaba tan halagada con toda la atención que él me daba que no noté las pequeñas señales, como el hecho de que no me quería cerca de sus amigos, o cómo me hablaba como solía hacerlo cuando estábamos solos, pero una vez que veía a uno de sus amigos cerca se transformaba en ese tipo de chico Casanova, con la sonrisa coqueta y todo.
Pensé que solo estaba celoso del interés de sus amigos en mí y estaba siendo sobre protector, así que decidí irme de frente y preguntarle si le gustaría venir a mi fiesta de quince años, sabes que es un gran evento para las familias latinas, y a pesar de que estábamos pasando por un momento muy difícil, mi mamá no quería dejar que mi cumpleaños se quedara sin celebrar, así que cuando le pregunté, él dudó, pero ese mismo día más tarde, regresó y me preguntó si podía traer a sus amigos también, pensé que era extraño que esos niños ricos quisieran venir a la fiesta de cumpleaños de un m*****o del personal, pero mientras él dijera que sí, no me importaba quién más viniera.
Recuerdo que volví corriendo a casa con mi mamá y le conté la noticia, se puso muy emocionada y nerviosa, y comenzó a llamar a todas las personas que conocía para ver si podía pedir prestado algunas cosas para decorar la casa y también un vestido de quinceañera para mí. incluso comenzó a planear la comida y todo, fue como nuestro pequeño escape de nuestros problemas.
Y cuando llegó el día, era un fin de semana largo con puente festivo, todo estaba arreglado en la cabaña, vinieron algunos miembros del personal, junto con los amigos más cercanos de mamá, pero yo lo estaba esperando a él de forma ansiosa, con mi vestido morado, mi tiara y toda la fiesta decorada, mi mamá me dijo que dejara de pasear de un lado a otro porque la estaba poniendo nerviosa.
Dos horas después, él no había llegado y yo estaba a punto de llorar porque me sentía estúpida y la mirada de desilusión en la cara de mi mamá era imposible de soportar, ella había hecho todo ese esfuerzo solo por ellos, pero todo fue en vano porque ni siquiera se molestaron en avisar que no iban a venir.
Estaba empezando a enojarme con Joshua cuando sonó el teléfono, mi mamá me llamó y me susurró: “Es un joven preguntando por ti, creo es el joven amo Joshua”, así que me apresuré y casi le arrebaté el teléfono de la mano a mi mamá para contestar, y efectivamente era Joshua, me dijo que lamentaba mucho llegar tarde, que sus amigos decidieron no venir, pero que se quería encontrar conmigo debajo del gran roble que estaba a medio camino de mi casa a su casa. Le dije a mi mamá que iba a salir por un momentito, ella dudó al principio pero como era Joshua, estuvo de acuerdo al final.
Cuando llegué al roble él estaba ahí parado esperándome, pero no parecía feliz ni ansioso como yo lo estaba, parecía tenso y cuando me vio forzó una sonrisa en su rostro que parecía realmente falsa, pero claro que en ese momento yo no lo veía de esa manera, pensé que solo tenía prisa o algo así, nos saludamos y luego, sin previo aviso, se acercó mucho a mí, tomó ambos lados de mi cara y me besó.
Era mi primer beso y yo estaba en las nubes durante esos tres segundos que duró, hasta que escuché unas risitas, volví la cabeza hacia dónde venía el sonido y él trató de detenerme diciendo que no era nada y me lo estaba imaginando; cuando trató de besarme de nuevo, esta vez con un poco de dureza, me di cuenta de que algo andaba mal, y luego vi un zapato asomándose del arbusto de donde venían las risitas.
Comencé a caminar hacia el arbusto, pero él me agarró de la muñeca y con una mirada frenética,, casi maníaca, trató de convencerme de no ir allí y luego me dijo que podía explicarme todo, pero yo no entendía qué era lo que él necesitaba explicarme.
Hasta que uno a uno todos sus amigos empezaron a salir de los arbustos riendo histéricamente, inmediatamente me congelé y estaba tratando de comprender lo que estaba pasando cuando uno de ellos dijo “Sabía que si alguien podía conseguir que cayera la hija mojigata de la criada, ¡eras tú el gran Jay! " y ese comentario fue seguido por otro que dijo "bueno, se folló a cuatro chicas en un solo campamento de verano, un beso de una pobre virgen no es nada comparado con eso."
"¡OH, DIOS MÍO! ¡¡¡No, puedo creerlo!!! " Mia estaba casi gritando en este punto, lo que provocó que la gente que pasaba nos mirara fijamente, traté de calmarla, pero estaba sumida en una perorata de maldiciones contra Joshua. "Por favor, dime que lo pateaste en las pelotas", dijo después de parar para respirar.
“No, me quedé paralizada mirando a uno de sus amigos entregándole un fajo de billetes, al principio no quiso tomarlos, hasta que uno de ellos dijo “no me digas que sientes pena por la hija de la criada,” y todos se echaron a reír mientras yo sentía un enorme e indescriptible dolor en el pecho y un vacío creciente en mi estómago.
Pero luego se puso peor cuando él solo se rió, me miró con disgusto y dijo “¡Nah! Estaba pensando que esto no es suficiente dinero por haberme rebajado tanto como para besarla, al menos las chicas del campamento estaban más buenas que ella.”
Después de que él dijo eso, sentí mis pies moverse hacia mi casa como por voluntad propia y los escuché reír mientras me alejaba, ni siquiera me di cuenta cuando entré a mi casa hasta que escuché a algunas personas jadear y mi mamá me preguntaba preocupada “Lucía, ¿qué está pasando? ¿Por qué estás llorando? ¡Dime lo que pasó!" pero no tuve palabras, simplemente fui a mi habitación y cerré la puerta.
No salí de casa durante una semana, pero luego Ben empeoró y tuvo que ser hospitalizado, así que entendí en ese momento que mi prioridad debía ser mi familia y que necesitaba ser fuerte por mi mamá y por Ben.
No volví a hablar con él después de eso, trató de acercarse a mí un par de veces en los meses siguientes, pero siempre lo ignoré y al final su padre lo envió a un internado porque estaba reprobando muchas clases en la escuela y metiéndose en problemas todo el tiempo.
Lo vi cuando estaba a punto de entrar al auto el día que se fue, se detuvo cuando me vio y me quedé quieta el tiempo suficiente para verlo abrir la boca como tratando de decirme algo, pero inmediatamente me di la vuelta y me fui, y esa fue la última vez que lo vi,” Termino de contarle a Mia mi historia, y la veo parada frente a mí con una mirada triste.
“¡Es un dementor! ¡Una criatura sin alma que no merece ni un poquito de tu tiempo, así que prométeme que lo vas a evitar ahora que ha regresado!” Mia dice con determinación en su voz y me río de su expresión tan seria.
“No te preocupes Mia, definitivamente lo evitaré, él sólo trae problemas y eso es lo último que quiero, además, no creo que vuelva a intentar hacerse mi amigo, ni siquiera debe recordarme,” le respondo bastante segura de que su regreso no afectará mi vida.