Nick se acerca a mi, me abraza por atrás y me besa la mejilla, me mueve de un lado a otro como en un vals y eso me encanta, me hace cerrar los ojos para seguir disfrutando de este maravilloso momento. Él apoya su barbilla en mi hombro y su mandíbula comienza a moverse, abro mis ojos y noté a qué se debía todo esto, era una distracción para que él pudiera tomar de las papas que había hecho. —¡Nick! —Le di un leve golpe en su mano para que dejara de agarrar. —Lo siento amor, sabes que son mis favoritas. —Me suelta y sigue comiendo, pero esta vez agarra la taza completa y se va corriendo. —¡Stone! —le grité y lo perseguí, pude escuchar como se reían de nosotros en la cocina, seguramente están acostumbrados a las bromas de Nick, pero con la comida no se juega—. ¡Ven aquí tonto! —Pasé por