Los días en los que maldigo mi existencia son frecuentes, pero principalmente hoy llevo un mal humor que está consumiéndome. Llegué tarde a una reunión importante, tuve una videoconferencia que duro más de lo debido porque el accionista no lograba entender la redacción de su propio contrato y para sumarla Stephen había hecho presencia temprano con la idea de aclarar las cosas con Vittorio. Mi padre no ha emitido ningún comentario con respecto a la charla que han tenido pese a que me he encontrado a solas en la misma sala en más de una oportunidad con él, cosa que me ha parecido un tanto curiosa pero igualmente yo tampoco incursione en el tema. Al llegar a mi casa con el peso del día agotador encima, todas mis intenciones de darme un buen baño bebiendo Martini y dejando mi mente en blanco