15 de mayo de 1885 Layla -Había pensado que podríamos salir de viaje unos días, a partir del siguiente lunes -fueron las palabras de Lord Allan las que resonaron en el comedor. Instantáneamente los cubiertos de Layla y Elliot se detuvieron sobre sus platos. Apenas habían pasado unos días desde aquel incidente en el dormitorio de Layla y no se habían dirigido ni una palabra desde entonces. ¿Cómo podrían ir a un viaje juntos? Era prácticamente imposible desde el punto de vista de Layla. Por no decir que era una locura. -¿A dónde te gustaría ir, Layla? -preguntó el anciano mirando a la chica-. Había pensado en que podríamos viajar los tres en tren e ir fuera de la ciudad. -Cualquier sitio está bien para mí -respondió con suavidad, aunque en realidad, prefería estar el menor tiempo po