Elliot
Aquella noche Elliot se despertó y ya no pudo volver a dormir. Lo había sentido tan real que su cabeza era incapaz de asimilar todo lo que había sucedido. Había admitido que la quería, todavía no podía creerlo. En realidad, siempre supo la verdad, pero nunca se atrevió a admitirlo.
Se pasó el dorso de la mano sobre la frente y suspiró antes de levantarse para recostarse sobre el cabecero. Apenas unas pequeñas luces que provenían de la luna entraban en la habitación e iluminaban levemente con su halo aquella oscuridad que se hallaba en toda la estancia. Cerró los ojos abriéndose al más profundo silencio y se permitió pensar.
Pensar en su sueño. En lo que había sucedido los últimos meses, en sus celos cuando Ethan se acercó a Layla por primera vez y en el día en el que la vio c
