Capítulo 11 Mirándonos con obvio deseo. —Acelera un poco más, Tonio —dijo Lola con voz enfadada. —No puedo, aunque quisiera, cariño. Ya voy a la máxima velocidad permitida —explicó Tonio sonriendo, mientras miraba el camino. —¡Llegaremos tarde! —Lo siento, pero tú también estuviste a bordo con lo que pasó en la ducha —dijo Tonio tratando de que ella también admitiera algo de la culpa, después de todo él no había sido el único que había estado cogiendo hasta apagar las neuronas, olvidándose de todo, en la ducha. Lola se mostró indignada por sus palabras, su boca cayó abierta y sus ojos se volvieron rendijas mientras lo observaba con el ceño fruncido. Ella había sido la más renuente a la hora de empezar algo, pues tenía miedo de llegar tarde, pero él había aparecido en la ducha, aprove