En la vida existen buenas y malas decisiones, dicen que de los errores aprendes, pero eso no aplica conmigo. He cometido tantos que debería ser experto.
Mi nombre es petter Giordano D'angelo, Mi padre es Jhon Victorio D'angelo sucesor de Augusto André D'Angelo segundo. Somos una familia de mitad humanos mitad lobo ya sé dirás:
¡Qué coño habla este idiota! Pero así es, nuestra historia trasciende siglos atrás cuando un hombre fue elegido por la luna, siendo transformado en lobo para proteger a los humanos de otros que son diferentes a nosotros, seres despiadados que consumen sangre humana para vivir nosotros le llamamos las "Sanguijuelas" y ellos han sido nuestros enemigos desde que el primer hombre se transformó en lobo. Esa historia me la contó mi madre muchas veces cuando yo era un niño.
La razón por la cual digo que he tomado malas decisiones, es porqué quise escapar y mi padre me descubrió, un castigo razonable era enviarme con mí tío a Phoenix. Todo por qué el quiere que yo sea alpha no es por capricho ya que, de acuerdo a la tradición yo tendría que serlo pero, no me siento preparado para eso y esa es la razón por la cuál salí de Roma Italia. Para mudarme a Phoenix aquí está la manada de mi tío Luca, siempre ha Sido un hombre ejemplar mi padre le tiene mucho aprecio, así que estoy en este lugar que para nada me gusta, pero debía quedarme ya que eran órdenes estrictas de mí alpha
(mí padre).
Estoy en esta escuela otra vez mirando a todos los chicos que salen después de clases. Y es que busco a alguien en especial esa chica que ví un día que pasaba por la secundaria
"west Phoenix high school".
Al verla mi mundo se paralizó, era como si todo se volviera en cámara lenta. Ella era la típica niña estudiosa llevaba libros unas gafas de cristal, su cabello castaño largo recogido en una cola de caballo, su piel blanca se veía suave y perfecta, pero lo que más me gustaba de ella eran sus ojos esos hermosos ojos color miel derretían a quien sea.
Varias veces pase por aquí y la invite a llevarla pero al verme creo que yo le causaba miedo, apretaba el paso sin mirar atrás eso me provocaba más ganas de conocerla, espere sentado en mi motocicleta, miraba como todos salían y bromeaban, a decir verdad los chicos de secundaria son muy escandalosos; mire a todos lados pero ella no estaba. Me rasque la cabeza pensando si no había ido a clases, pero en ese momento la ví tan hermosa como siempre está vez llevaba su cabello suelto, unos jeans azules y un suéter con mangas color Rosa pálido. Cómo siempre con sus libros. Pensé acercarme nuevamente pero me arrepentí, se que suena extraño pero quería verla de lejos caminar, entonces unos chicos se acercaron a ella y la empujaban ella corrió a un callejón y ellos la siguieron, yo encendí mi motocicleta y salí lo más rápido que pude, me baje sin apagarla y allí estaba ella tirada en el piso y esos mocosos la molestaban, sentí tanta irá me acerque y todos me observaron abrieron los ojos como platos debe ser por mi estatura de 1,95
–Eh, mocosos que hacen déjenla– grite furioso.
Todos me miraron, y por un momento pensé que vendrían todos para intentar atacarme; pero lo pensaron mejor y corrieron como maricas.
Me acerque a ella, estaba tirada en el piso y sollozaba. Iba a recoger sus gafas pero estaban hechas pedazos, yo me incliné y la ayude a recoger sus libros; pero entonces volví a ver esos hermosos ojos aún llenos de lágrimas eran tan preciosos tuve que levantarme de golpe.
–¿Estas bien?.– le pregunté pero ella tartamudeo, estaba asustada ¿de mí? Pero
¡que rayos!
Yo la había salvado debía agradecerme por lo menos.
–¿Que te comió la lengua el ratón?– ella se levantó y me miró
–Lo siento, es que estoy un poco apenada, suele pasarme esto, ya estoy acostumbrada– yo la mire arqueando una ceja.
–¿De que rayos hablas?. No debes acostumbrarte a esto, no seas tonta defiendete patea sus bolas– ella sonrió, ¡no podía creerlo le había sacado una sonrisa! Yo camine unos pasos y ella se quedó allí parada
–Entonces, que ¿no vienes?– quedó un poco pensativa.
–Sabes, que no es pregunta cierto– camino dudosa.
–Ven, no tengo todo el día te llevaré a tu casa ¿o quieres que vuelvan los mocosos?– entonces camino más rápido y me siguió levanté la motocicleta y retrocedió.
–No, puedo subir allí– replicó ella mirando la motocicleta, Yo me masaje la cabeza.
– ¿Por qué Se supone que no puedes subir?– ella tomó sus libros y no sabía cómo decirlo pero al fin habló.
–Es que no tienes un casco, y dónde colocaré mis libros son de la biblioteca y....– la calle antes que siguiera hablando
–Ya... si entiendo– resople y abrí el compartimento que tenía atrás la motocicleta, saque el casco y le hice una seña para que me diera los libros, me los entregó y en una de las portadas decía biología. Me subí y luego ella detrás de mí.
–Debes, tomarme de la cintura sino quieres caerte– ella se sonrojó yo lo noté y me causo un poco de gracia.
–¿Que es tan gracioso?– preguntó ella con el rostro rojo como tómate.
–Nada, ya sube dime dónde vives–
–A unas cuantas calles de aquí– conduje y ella me tomo por la cintura, sentí una corriente por todo mi cuerpo. Esta chica me traía loco.