Después un tiempo bastante largo y tenso de puros atajos y cambios bruscos de ritmos para llegar a la Mansión por fin el auto se detuvo dando señal que se habían estacionado, Mael tomó el brazo de su amigo e hizo que este lo abrazara, para sostener medió cuerpo, Lúcian era un hombre muy pesado con cuerpo sobre trabajado lo que dificultaba la ayuda solo para Mael Por suerte dentro de la Mansión todos estaban en sus respectivas habitaciones descansando, subieron hasta la habitación de Lúcian, uno de los guardaespaldas mandó a llamar a una de las empleadas para que siguiera al joven Mael, con mucho esfuerzo lograron llegar, Mael tiró el cuerpo de Lúcian sobre la cama rebotando este al caer lo que el impacto suave hizo que Lúcian medio abriera sus ojos Mael le indicó rápido a la empleada