—Dime qué fecha es hoy?
Pasión y Deseo
Desde el otro lado de la línea Mael se encontraba en una fiesta clandestina, desde la noche anterior bebían y disfrutaban sin pensamientos de querer salir al mundo exterior.
—¿Lucian? Oye viejo enserio no te entiendo pero sí quieres podemos hablar cuándo te vaya a buscar hoy a las… 8? O dime la hora en que piensas ir a la villa de los Spencer, estoy de buen humor así que prometo ser tu chófer.
Lúcian se separó del celular y parpadeó rápido, miró la hora y eran las 9am, volvió a llevar el celular a la oreja. —¿Tú dónde estás?
*Unos momentos después *
Mael bajaba rápidamente las escaleras del departamento donde se encontraba, al salir a la calle vió a Lúcian sentado en una acera muy nervioso.
—No puedo creer que me hayas hecho dejar a mis amigos solo por esto —sonó enojado. —sabes lo qué me costó qué aceptarán visitar mi nuevo club.
—Mael, ¿dime qué fecha es hoy?
Mael lo miró extrañado —¿Es enserio?
Lúcian le lanzó una mirada matadora.
—Ok ok, no tienes que mirarme así… —sacó su móvil —Arg, aún no te han nombrado jefe y ya me quieres enterrar vivo… hoy es… Viernes. —volvió a guardar su móvil.
—Viernes qué —insistió.
—Lúcian —miró para otro lado soltando una risa de burla —No me jodas, ¿te levantaste con el pie izquierdo o solo te haces el retrasado para no cumplir con tu deber con los Spencer?
—Mael no me hagas cometer una locura contigo hoy y dime de una vez la maldita fecha.
Ante tanta seriedad Mael volvió a sacar su móvil, checó la fecha y lo volvió a guardar —siete de mayo, viernes siete de mayo del 2019, ¿satisfecho?
Ante aquella respuesta Lúcian quedó paralizado pensando qué diablos estaba pasando, por un momento todos a su alrededor se había convertido en una burbuja qué rodaba y rodaba sin detenerse…
—¿Lúcian? ¿¡Ey Lúcian!? —Mael le interrumpió.
—Mael golpéame. —ordenó.
—Oh sí lo haría con gusto si no fueras el hijo del jefe de mi padre.
—Pues entonces tienes la oportunidad de hacerlo ya, aquí mismo, adelante —puso el cachete —golpéame.
Mael hizo una mueca —Eh… ¿Lúcian? ¿Necesitas ir al doctor?
—¡Mael te ordené qué me golpearas!
—Ok ok, pero, tú lo pediste. —se preparó masajeando su mano, se puso en posición y Lucían cerró los ojos con fuerza, a lo último Mel se retractó. —¿Espera realmente es necesario? ¿Qué quieres probar con esto?
—Solo quiero ver si no eres un completo inútil.
Mael puso la mirada sería, —Enserio no entiendo que tienes en la cabeza. —volvió a ponerse en posición pero esta vez no lo pensó y lo golpeó, lo que hizo que Lúcian cayera al suelo desprevenido por la fuerza de Mael.
En el suelo se masajeó la quijada moviendo la mandíbula poco a poco, Mael le extendió su mano y lo ayudó a levantarse.
—Lúcian no entiendo nada.
Lúcian quedó aún más confundido —Yo tampoco… Pero espero hacerlo pronto.
Ambos quedaron en silencio por un segundo, Mael lo miraba muy preocupado por su repentino cambio mañanero, era más que obvio que algo le ocurría.
—¿Lúcian? ¿Estás haciendo esto solo para quedar libre de tus obligaciones con la primera hija de los Spencer?
Lúcian abrió sus ojos de sorpresa —¡Kamari! —se dio la vuelta y corrió de repente.
—¡Ey Lúcian! No es Kamari… Es Camila… —Mael se rascó la cabeza —¿De donde sacó a Kamari? —volvió a sacar su móvil y marcó un número, llevó el móvil a su oreja —¿si? Habla Mael, sí ya voy en camino… Y otra cosa más… averigua quién es Kamari.
***
Luego de una hora en camino Lúcian llegó hasta la facultad de artes de la ciudad de Cirex, al entrar se dirigió rápidamente al último piso, revisó cada salón pero no encontró lo que buscaba, pero no se rindió, siguió buscando en las otras clases pero tampoco encontró nada más que salones con alumnos ocupados en sus tareas, algo que le pareció bastante extraño ya qué según recuerda su esposa era muy disciplinada en sus estudios.
A la final se rindió y decidió irse, mientras iba bajando fue sintiendo la fuerte fatiga del apuro del día y de las sube y bajas de emociones, se detuvo en uno pasillos y quiso reposar unos minutos en las escaleras de emergencias, por lo general siempre están solas y eso era lo que buscaba, un poco de soledad para pensar…
Al sentarse se pasó la mano por la cabeza, inhaló y exhaló para equilibrar su respiración, y mientras descansaba lo único en que pensaba era en todo lo que había pasado desde la mañana
Aún le dolía el cuello y la espalda, por lo que bajó la mano hasta su cuello para masajearlo con un loco de fuerza
—Kamari… ¿Dónde diablos estás? —refutó cansado para sus adentros —Si esto es lo que creo que estoy pensando entonces tu deberías estar en esta facultad… Justamente hoy….
Luego del mini masaje solté una risa —Debo estar loco jaja —Los Psicólogos dicen que el cerebro puede generar alusinaciones, y que esto puede ser una necesidad de mí mismo… Si, debe ser la respuesta más lógica, todavía sigo soñando porque la sigo amando… Kamari te extraño, pero cuando despierte lo más seguro es que -
—¿Disculpe?... —inmerso en su lucha interna sintió el toque suave en uno de sus hombros, y esa voz… Escuchó justo esa voz que podía tranquilizarlo en medio de tanta desesperación
No… Por favor no me hagas esto… —Creí que me estaba volviendo loco… irónico, el hombre con más poder volviéndose paranoico tras la muerte de su esposa, esto si que iba hacer una noticia de gran interés
—Oiga señor, está obstruyendo el paso a mi amiga y a mí —salió otra voz femenina, pero esta demostraba enojo.
Lúcian reconoció la otra voz, levantó la cabeza en cuánto la oyó, y ahí estaban ambas, de pié frente a él, Atarah con una mirada de fastidio ante el hombre, justo cómo el primer día en que se conocieron, y Kamari… parada a su lado mirando con atención al hombre sentado y miserable frente a ella, a su ojos sentía que el no estaba bien y era algo que le preocupaba
—Han… ¿Se Siente bien? —no dudo en preguntar.
Lúcian no contestó, solo guardó silencio mientras miraba con atención a Kamari, sus ojos empezaron a humedecerse y sus brazos a erizarce. —Kamari… —susurró.
Kamari arqueó una ceja —¿Cómo sabe mi nombre?
—Tal vez sea un acosador. —le susurró Atarah en el oído.
Lúcian se levantó sin quitar la vista de la chica frente a él, Lúcian la miraba de pies a cabeza con un sentimiento inexplicable qué ni el mismo podía descifrar, al verla justo ahí, de pie, sana y viva, le hacían sentir culpable y alegre al mismo tiempo… dentro de él comenzó una lucha interna de querer despertar para no sufrir más pero por otro lado quería quedarse y vivir esa hermosa mentira frente a él.
Sin pensarlo se balanceo a ella rodeandola con sus grandes brazos, apoyó su cabeza en su cuello y así tener la oportunidad de olerla y sentirla más de cerca…
Kamari quedó con los brazos extendidos y confundía, Atarah abrió la boca sorprendída, traia lente de sol y al ver aquel arrebato del hombro los bajó para ver con claridad.
—Ham… ¿S-señor?... —tartamudeó —¿Se encuentra bien?...
Lúcian se aferro a ella con más fuerza.
—Se-señor necesito que me suelte…
Lúcian no escuchó.
—¡Oiga idiota esta asustando a mi amiga! —Atarah le reclamó.
—Señor le suplico que me suelte… —la voz de Kamari ya sonaba un poco alterada.
—¡Cariño! - una tercera voz gritó desde lejos, Lúcian también reconoció esa voz lo que hizo que su mente viajará en el tiempo a tres años atrás volviendo a la mismas circunstancias de cómo se habían conocido.
Todos voltearon al origen de esa voz que cada vez se acercaba más y más, Lúcian se separó de inmediato de Kamari y al darse la vuelta la mujer dio un salto en una subida de las escaleras haciendo que Lúcian la atrapara por los aires, rodeó sus piernas en la cintura de Lúcian y sus brazos en su cuello.
Lúcian quedó en shock al recordar la persona que yenia7en sus brazos.
—¡Amor! ¿Porque no me avisaste a cuando llegastes?... ¿Sabes cuánto te había extrañado?... —hizo un puchero con sus labios para parecer mimada.
—¿Camila? —su voz se entrecortó
Camilo dibujó una sonrisa de oreja a oreja —¡Creí que te habías olvidado de mí! —Lo abrazo pegándose a él —Pero me alegra saber qje aun recuerdas mi nombre —le susurró al pido de forma Seductora.
Más chicas quedaron perpleja, Atarah sonrió maliciosamente y se acomodó los lentes —Esto si que esta interésante…
Kamari le dio un leve golpe en su brazo para que callara.
Camila por fin miró a ambas chicas y se bajó, tomó las manos de Lúcian e hizo que este la rodeara su cintura.
—Y… ¿Ustedes que hacen aquí? —pregunto de forma desafíante.
—Lo mismo deberíamos preguntarte nosotras —Atarah contestó —Esta no es tu facultad, la facultad de docencia está del otro lado. —Meneó la cabeza para demostrár superioridad.
—Y la facultad de medicina está justo detrás de ustedes. —contra atacó Camila.
—Al menos yo si tengo motivos de estar aquí. —la miró de pies a cabeza, al terminar la volvió a mirar a los ojos finjiendo una sonrisa.
—Eh, nosotros ya nos íbamos Camila no te preocupes. —Antes de que Atarah siguiera Kamari se adelantó, la tomó de su brazo y la jaló, miró a camila y a Lúcian y se disculpó antes de irse.
—¡Ey! ¡Por qué tenemos que irnos!...
—Atarah por favor.
Lúcian las siguió con la mirada hasta que desaparecieron, otra vez… la había tenido y otra vez la había dejado ir…
Bajó los ojos mostrando cierta tristeza en ellos aún tiendo a cánula a su lado…
—¿Cariño?... ¡Lúcian!
Lúcian la miró tranquilo.
—A todas estas me sorprende que estés aquí, nunca quisiste venir a buscarme y justo hoy te veo en la facultad de mi hermana. —Camila cruzó sus brazos y lo miró con la cabeza levantada con muchas sospechas en su mirar.
Para entonces Lúcian se sentía cansado y bastante adolorido, no se molestó en contestarles simplemente la ignoró y fue bajando las escaleras vagamente
—Ja, ya vez! Es justo esto a lo que me refiero, ¡nunca me hablas ni respondes a mis preguntas!
Lúcian se detuvo en seco antes de dar el siguiente paso, se dió la vuelta teniendo a Camila de frente a su espalda, por los niveles del suelo ella era más alta en ese momento, Subió las escaleras hasta quedar a unos centímetros de ella… con su mano acarició la mejilla de Camila, ella solo se relajó los brazos llevando sus manos hacia su abdomen haciendo roces hasta subir a su pecho, Lúcian quiso acercarse hasta sus labios pero su olor… No era el de Kamari, lo cual no le producía emoción ni exitacion en el momento.
Camila quiso dar el paso pero Lúcian retrocedió, creyó que era un juego previo al momento pero Lúcian dejó claro su posición al no seguirle la corriente lo que hizo que Camila dejara de sonreír.
Sin más se fue del lugar dejando a su prometida ahí parada y completamente sola.
Al salir por completó de la facultad se arrinconó en un espacio de la calle y respiró hondo, llevó sus manos a sus rodillas para nivelar su respiración, luego enderezó su espalda y se apoyó tras la pared.
Tener la oportunidad de volver a mirar a Kamari viva era lo más valioso que había tenido, y lo único que necesitaba para recobrar fuerzas…
Tenía la sensación de que esto si era real, el golpe de Mael si me dolió, cuando abrace a Kamari se sintió tan real… la fragancias de su cabello recién lavado, y la colonia de Camila, todo era real… ¡Pero por qué! Porque justamente yo… ¿No podía vivir mi luto en paz?
—Creí que esto era lo que querías….