—¡Ah no! ¡Suéltame por favor!
Deseo y Pasión
Me levanté alarmada, alcé los brazos forcejeando, mi frente sudaba, mi corazón latía rápido, mis ojos se abrieron al instante que escuché llamar mi nombre.
—Oye oye calma… —Lúcian tomó mis antebrazos con sus manos y me jalo hacia él, —aclaré mi vista y todo estaba oscuro, las luces de la cocina habían sido apagadas, había poca luz gracias al reflejo de las luces blancas de la sala, con los labios semi abiertos, parpadee rápido ubicandome en el lugar, había entrado a la sala de arte de la familia Romanio, y me había quedado dormida en un pequeño rincón.
Trague grueso mientras miraba a mi alrededor y calmaba mi ansiedad reflejada en mi agitada respiración; volví a mirar al hombre arrodillado frente a mí sosteniendo mis antebrazos, enseguida
