Escuchaba la charla de sus padres, Fiorella era la más indignada con toda la situación sobre el embarazo de Rosel, se negaba a creer que su hijo fuera a tener una criatura con esa “zorra”, “prostituta”, “aprovechada”. Así era como Fiorella se refería a Rosel. La había visto una única vez y eso bastó para catalogarla de esa manera. No tenía otra forma de llamarla. Decía que su hijo estuvo vulnerable ante ella y que esa mujer solo se aprovechó de él, lavándole el cerebro con sus encantos. De todos modos, no es que le importara demasiado con quien se acostara Davide Queen, pero otra cosa muy diferente era meterla en su vida con planes para quedarse. Además de eso, desde entonces Davide se mostraba más rebelde con su familia, y Fiorella sentía que se le iba de las manos. —Debimos dejar q