Tenía que admitir que algunas cosas estaban mejorando, no tan rápido como quisiera, pero todo a su tiempo, supongo. Tampoco podía hacer nada para hacer cambios significativos. Había pasado una semana desde que comencé a trabajar como Especialista en Relaciones Públicas y Eventos en la sala de arte. Cada día que pasaba, me sentía más agradecida y emocionada por esta oportunidad, ¡y pensar que no lo conseguiría! Dado que me habían rechazado luego de la entrevista, porque no encajaba para el perfil que ellos buscaban. Era un giro inesperado en mi vida, pero uno que me brindaba una distracción muy necesaria de los recientes acontecimientos. Además de los ingresos. Ahora que sabía lo que era pagar un alquiler de una casa, mirar los precios en cada cosa que compraba y estar pendiente a los nú