En mi noveno aniversario de bodas, justo cuando preparaba una fiesta sorpresa para mi esposo, día que también era mi cumpleaños, me llevé la sorpresa más grande de mi vida. O eso creí en ese momento. Pensé que era doloroso por el tiempo que llevábamos de relación, pensé que me devastada por los años a su lado, todo lo que entregué, mi corazón que siempre estuvo en sus manos. Estaba tan enojada conmigo, con él, con todos los presentes en esa habitación cuando fui humillada. Estaba enojada con la vida misma. Y, cuando supe que me dejaba sin nada, pensé “¿Qué puede ser peor?” ¡Pues que ese hombre que jamás quiso tener hijos conmigo, los tuviera con su amante! Aquello no podía ser superado por nada más. Me sentí tan ingenua y estúpida que no creí que volviera a pasar. ¿Cómo se podía c