Me dirijo a la empresa de Rafael con un propósito claro en mente. Toda esta mentira, todo este engaño, ¡empezó por él y Lina! Incluso si Lina me mintió en ese momento, yo llamé a Rafael y él siguió con la mentira, dejando a Mariel con toda la responsabilidad. Y yo… creí cada palabra de ella, las palabras de Rafael. ¿Por qué? ¿Por qué no lo haría? Pero creí en la persona que en un inicio me había mentido, diciendo que Mariel no le dio el dinero, la justificación fue muy buena para mí y la tomé como cierta, creyendo que la razón de que Rafael me mintiera y no me dijera nada era porque su esposa le había pedido eso y él no quería decirme de frente que aceptó ese dinero, incluso si la condición era dejarme fuera a mí, su compañero y amigo. Guardé esa mentira como una verdad durante muc