Después de despedirse de Tobías, Patrick se quedó un momento en silencio, reflexionando sobre las palabras de su amigo. La determinación y el coraje que Tobías había mostrado al decidir ir tras su amor perdido resonaron profundamente en él, sacudiendo los cimientos de su propia vida y las decisiones que había tomado hasta ese momento. Decisiones que iban contrarias a todo lo que él deseaba. ¿Qué estaba haciendo? ¿Qué estuvo haciendo todo ese tiempo? ¿Haciendo feliz a su familia? ¿Jugando con Mireya? No, ella le gustaba, pero no la quería de una manera enteramente especial, pero en esos meses sí la quería. Era agradable, encantadora, aunque todas esas cosas él ya las sabía antes de convertirla en su novia. Llevaba años pasando junto a su escritorio y sonriéndole cuando entraba a la