Primero iremos a los caballos, después subiremos a los carros chocones, descansamos cinco minutos, subimos a la montaña rusa y para finalizar, vamos a subir a la rueda de la fortuna. – dijo Perséfone observando la guía de la feria.
Hades rodó sus ojos, todavía no podía creer que él estuviera junto a Perséfone en la feria. Todo eran corazones, notas románticas, flores, dulces y para rematar la imagen de cupido con pañales que se exhibía con arco y flecha en toda la entrada de la feria. Una intensidad de juegos mecánicos, parejas enamoradas, niños jugar divertidos y hasta los perros la pasaban bien. Definitivamente Hades tenía que ir a terapia después de la feria.
- Hagamos esto rápido. – dijo caminando.
- Si no quería venir conmigo, se hubiera quedado, amo Hades. – dijo Perséfone camina
