La sesión de fotos es una experiencia surreal, siento el flash sobre mi cuerpo, las luces cálidas, me piden que me acomode en distintas posiciones y formas, que posé como ellos quieren, apenas consumo algo de agua, durante las cinco horas de trabajo y por momentos siento que me voy a desmayar, ya que no desayune y el hambre empieza a hacer efecto sobre mi cuerpo.
Por fortuna una vez terminamos hay una mesa dispuesta con diferente tipos de comidas, así que no dudo en empezar a comer de todo un poco antes de ir al camerino a cambiarme. Luego de desmaquillarme tomo una ducha rápida en un pequeño baño que hay en un lateral, seco mi cabello de forma rápida, para luego maquillarme de forma casual, tal como me vestí en la mañana al salir de casa, y si soy lo suficientemente rápida llegaría a la universidad apenas a las cuatro de la tarde, que es la hora en la que termina mi última clase del día de hoy, a la que obviamente no entre, pero mi padre me recogerá sin sospechar algo.
Luego de recibir mi paga, organizar todo lo de la escuela de modelaje y la agencia, me despido de Adrián, estoy feliz, jamás había ganado tanto dinero en tan poco tiempo, y aun así me sobraron para mi cuatrocientos dólares, para gastar en lo que desee, se me ocurren unas cuantas ideas, los guardo con cuidado en un bolsillo secreto del bolso, no quiero correr el riesgo que los descubran.
Sin embargo, siento que mi alma se cae al piso en el momento que subo al taxi y veo cuarenta llamadas perdidas de mis padres, algunos mensajes de w******p, y no sé cuántos mensajes de voz, al parecer paso algo en casa y me han estado buscando desde temprano, aunque por mi seguridad prefiero no responder y hacer de que estaba muy ocupada. Aunque para mi desgracia una vez llego a la puerta de la universidad está mi padre parqueado con cara de enojado y no solo eso, me ve bajar del taxi.
Camina enojado hasta mí apenas me ve llegar, me toma del brazo con fuerza y me arrastra dentro del auto frente a la vista de todos mis compañeros, mi padre jamás se había comportado violento contra mí, aun siendo niña y hacia alguna travesura sus regaños eran calmados y amigables, jamás se había comportado de esta manera.
— Se puede saber ¿Qué estabas haciendo llegando a la universidad a esta hora en un taxi? ¿estabas con algún novio? ¿estas saliendo con alguien? Habla Sofía, dime algo…
Por algún motivo prefiero guardar silencio, o más bien, no sé cómo mentirle, ni que decirle, no quiero contarle lo de la sesión de fotos para el catalogo, prefiero omitir la mayoría de mi información y evitar decir cosas que me podrían arrastrar a más problemas.
— Sé que no entraste a ni una clase hoy — continua diciendo a gritos — esta mañana después que te bajaste del auto, me di cuenta que habías dejado algunos libros dentro del auto, así que me regrese para entregártelos, te llame al celular y no me respondiste, así que pensé que estabas en clase, entre a la universidad, y para decepción mía no estabas, recuerda que conozco al decano, así que fue fácil para mi saber tu horario de clases… ¿Dónde estabas?
No sé porque olvide los libros esta mañana, tal vez porque sabía de antemano que no los necesitaba, pero más tonta fui en olvidar el pequeño detalle de que mi padre es amigo del decano, por lo tanto era muy probable que en algún momento se enterara de mis ausencias de clases.
— Papá — susurro — no me sentía bien, la verdad estaba muy cansada, me siento triste y fui a buscar a Martina, necesitaba hablar con alguien, contarle algunas cosas…
Y no sé cómo logro llorar como niña chiquita mientras sostengo una mentira que aún no sé de dónde salió, y como si algo dentro de mi padre se ablandara me abraza con fuerza y me permite llorar en su pecho como una niña pequeña y para colmo se disculpa siendo yo quien se equivocó y mintió, aunque no me tomo la tarea de desmentirlo.
— Perdón Sofí, no sabía que estabas teniendo días tan complicados, pero para estamos tu familia, háblanos cuando necesites, confía en nosotros.
— Pero es que quería a mi amiga del colegio, con quien compartí tantos años, Julie y Lauren están lejos y por el tema de horarios es tan difícil hablar con ellas, así que aproveche que hoy Martina tenía algo de tiempo y la busque para hablar… - digo entre lágrimas.
— Para la próxima responde el celular y me cuentas, vale, solo dime donde estas, con tantas cosas que pasan en este planeta cada día más loco yo me preocupo por ti y tus hermanos, y no me imagino si algo les pasara a alguno de ustedes, creo que me vuelvo loco.
— Lo siento papá — susurro — para la próxima vez prometo contarte.
— Si, y yo te llevo hasta donde necesites.
— Lo sé, pero hay veces que quiero salir sola, en unos días voy a cumplir veinte años, creo que tengo la edad suficiente para hacer algunas incursiones por la ciudad.
— Si, sé que eres grande, que puedes hacer algunas cosas tú sola, pero concédeme ese deseo, déjame llevarte, algún día serás una mujer independiente, tendrás tu hogar, tus hijos y me entenderás, además ese día no serás mi niña, sino la mujer del hombre con el que decidas compartir tu vida.
— ¿No es un poco retrogrado ese concepto?
— Tal vez, pero así es como funciona la vida y ahora vamos a casa que tu madre también está preocupada, pase todo el día esperándote en el mismo lugar.
Respiro aliviada cuando enciende el auto y empezamos a hablar de cosas banales, realmente no pensé que mi padre me fuese a buscar, y no puedo negar que me asuste, no esperaba ese giro de la historia, ni mucho menos sé de donde saque esa excusa, aunque tal vez extraño a mis amigas del colegio más de lo que yo misma me imagino, así que me pongo en la tarea de buscarlas para conversar.
Sin embargo, con lo que no contaba era que mis padres, quienes son amigos de los padres de Martina, les llamaran para confirmar mi versión de los hechos, por fortuna ella aun no llegaba de la universidad, así que tendrían que esperar un tiempo para confirmarlo, por lo que aprovecho para escribirle un escueto mensaje a mi amiga, a la que hace algún tiempo no le hablo.
— Martí, si te preguntan nos vimos hoy, por favor cúbreme esta prometo pronto contarte todo.
A lo que ella responde.
— Ok, me debes un helado y un chisme.
Y ahora cruzo los dedos para que ella cumpla con su parte del trato. Para mi alivio dos días después les llego la confirmación mientras mis padres daban una perorata sobre el peligro de dejar salir a las hijas solas, podrían ser víctima de tantas cosas horrorosas que lo mejor es mantenerlas vigiladas.
El tema de mi salida furtiva queda en el pasado, durante algunos días mis padre me miraban con lastima, como si quisieran decirme algo, que al final prefirieron omitir, así que todo volvió a la rutinaria calma familiar, donde nada interesante pasa. Y esperare unos días para empezar las clases de modelaje, conociendo a mi familia es mejor que las aguas se calmen antes de volver a intentar revolverlas.
Hasta que un sábado quede como la victima el sacrificio de mis hermanos, mi hermano dijo que tenía turno en el hospital, mi hermana se excusa con que tenía algo que hacer de las prácticas universitarias, por lo que quede yo acompañando a mis padres temprano a hacer las compras de la semana. Para mi sorpresa una vez ingreso al almacén de cadena mi foto esta en grande en un lateral, es el lanzamiento de la nueva colección de ropa interior y yo soy la imagen.
No puedo negar que mi primer sentimiento fue emoción, quería gritar de alegría por todos lados, saltar y decirles a todos que soy yo, para después transformarse en miedo, ¿Qué pasaría si mis padres me reconocen? Seguramente lo harán, soy su hija a la que conocen bastante bien, a la que han visto crecer, y para hacer esas fotos les mentí, así que ruego al cielo que no las vean.
Sin embargo, varios minutos después mientras recorríamos la tienda y a mi madre se le dio por tomar uno de los catálogos dispuestos gratis para los clientes, llego el primero comentario de parte de ellos.
— Sofí, podría jurar que esta chica es tu gemela perdida — dice mi madre riendo — nunca había visto a alguien tan parecido a ti.
— Para ver — susurro haciéndome la que no he visto — dicen que todos tenemos un doble en alguna parte.
— Sí, he escuchado eso en algún lugar — murmura divertida
— y ahora vamos a comprarte algo de ropa interior que modela tu doble.
Respiro aliviada al ver que la toman en chiste, y agradezco infinitamente que la impresión sea de tan baja calidad que junto con el maquillaje tan profesional, no me parezca tanto a la realidad, y mis padres lo tomaron como algo divertido, no me imagino lo que podría suceder si se enteran de la realidad, tal vez me encierren en la torre más alta con un dragón custodiando la puerta.
Apenas tengo oportunidad le envió una foto a Adrián acompañado de un mensaje
— para la próxima me informas en donde va a salir mi foto, con eso me preparo, casi me da algo de la sorpresa al verme en todo el lugar.
— Era una sorpresa, me alegro que te gustara, y estamos esperándote para hacer el book y que inicies con las clases…
— La próxima semana sin falta, tuve algunos temas familiares que atender, que por fortuna están superados.
— Me alegro y te espero, que toca dejar algunas cosas listas de trabajo, las marcas necesitan tener lista las modelos que para la próxima temporada de trabajo.
— Si, ya estoy ansiosa de empezar con ello.
Realmente es emocionante ver mi rostro, aunque en muchas fotos algo difusas y en otras tantas solo se ve mi cuerpo en todos los lugares, es mi primera portada, quien lo diría que lo conseguiría, ahora debo lograr vivir de ello, y tal vez no sea tan fácil como esto, porque sé que en algún momento deberé enfrentar a mis padres y la posibilidad que escaparme de la torre más alta custodiada por altas medidas de seguridad, y lo peor es que sé que mis padres son capaces de ello y mucho más.