Dos días después Barcelona Gabriel Sigo en el hospital cuidando a Leonor, aunque el pronóstico no es alentador no han podido controlar las glucemias por lo tanto se triplica el riesgo de que tenga un aborto espontaneo en cualquier momento, en realidad tengo miedo de perderlos a ambos. Estoy en mi mundo rogando que no suceda nada, que Leonor pueda seguir adelante con su embarazo hasta que la veo convulsionar, estoy como loco dando gritos de ayuda mientras las enfermeras y los doctores me piden que me retire para ellos controlar la situación. Me siento culpable, pensando que tal vez es un castigo por haberla abandonado estando embarazada, es una señal que no tengo derecho a soñar con ser padre algún día, porque a pesar de recién estarme haciendo a la idea de que iba a ser papá, comencé