Magnus había hecho caso a las palabras de su pareja, sabía que ella tenía razón y su plan podía favorecerlos. Necesitaban eliminar a Klaus lo ante posible, pero Magnus se preguntaba porque su enemigo estaba tan obsesionado con Adelaida, la cual le menciono lo que había llegado a vivir con él. El mafioso no había llegado a matar a Hilda, este sabía que lo tendría que hacer en un futuro, pero ahora les servía de sebo y les daba toda la información que querían, claro que esto último no lo hacía voluntariamente, Bard se tenía que encargar de hacerla hablar. Hilda aún la retenían en aquella solitaria habitación del sótano, los únicos que bajaban eran los guardias para bajarle un pedazo de pan y agua, eso era lo único que comía. Gustaf ahora se encontraba un poco más apegado a Adelaida, luego