El líder de la mafia Nyhus sentía que se había quitado un gran peso de encima, el haber matado a su hermano lo había relajado por completo y esto no paso desapercibido ante los ojos de Gustaf y Bera. Adelaida sabía solo un poco de lo que había pasado, ya que el propio Magnus le había dicho que se encargaría de Erik. Sin embargo, Bera se encontraba un tanto desanimada, después de todo había perdido un hijo y le tenía cierto aprecio aun cuando Erik nunca la quiso. Su primogénito había matado a su misma sangre, y Bera no quería que su futuro nieto fuera igual que Magnus. No quería que la personalidad oscura de los Nyhus fuera transmitida a un pequeño, ella quería que la nueva generación fuera diferente. Bera quería que ellos tuvieran una mejor vida de los que ellos tenían, una vida rodeada