3.

1650 Words
Capítulo 3. ¿Pero no sería su hijo quien tendría que venderlo? En la residencia Monteverde Oliver Monteverde acaba de recibir una llamada, al parecer alguien le acaba de comunicar que algo extraño estaba ocurriendo en el banco de esperma donde deposito sus muestras hacía tres años, -- Señor Monteverde no es seguro, pero son varias las muestras robadas – -- En este momento voy para allá, quiero que me entreguen todas las cámaras de seguridad, no dejaré que las cosas queden así. Si es mi muestra la que ha sido robada ustedes deberán pagar las consecuencias – grita Oliver en el momento que corta la llamada, -- ¿Ocurre algo cariño? – le pregunta su madre al oír los gritos de su hijo, doña Susan rara vez escucha a Oliver levantar la voz en su casa, y está vez no solo lo escuchó desde la cocina, sino que lo podían oír desde toda la casa y decir casa a la residencia de los Monteverde era poca cosa, -- No ocurre nada madre, debo salir – le informa Oliver quien sale como alma que lleva el diablo, -- Pero hoy es el aniversario – comienza a decir su madre, Oliver se detiene y gira para mirar a su madre, él no la deja terminar de hablar, él la mira con el rostro inexpresivo, luego se voltea y continua su camino. Ese día es muy doloroso para él, ese día era el aniversario de fallecimiento de su amada esposa Linda, desde que falleció a raíz de aquel accidente Oliver se levanta aquel día muy temprano para ir en busca de las flores especiales de su esposa, él visita el mausoleo familiar muy temprano solo y luego se aleja de la familia, él desaparece de la vista de todos. Nadie sabe a dónde se va, su madre cree que se esconde en el departamento que compartió con su difunta esposa, por eso quiere deshacerse de él, doña Susan adoraba a Linda, pero piensa que ya es hora de que su hijo continúe con su vida. -- ¿Las llaves? – le pregunta Oliver al señor Minoz, quien era su asistente de toda la vida, el hombre tiene las llaves del auto en el bolsillo, pero no iba a permitir que su jefe conduzca ese día, y menos en ese estado, él mismo había visto a su jefe llorar en silencio hace un momento muy temprano mientras lo llevo a comprar las flores para su esposa, el cementerio de la familia Monteverde se encontraba al final de la residencia, ahí estaba el mausoleo familiar, está tarde iban a tener una ceremonia con amigos, y como siempre el señor Oliver no estaría presente en ella. Oliver Monteverde llega a la empresa donde debía estar su muestra protegida y se da con la ingrata sorpresa que había desaparecido, Ernesto Dexter no era tan idiota, él contrato a un tipo para que se lleve varias pruebas al azar, así nadie sospecharía que iban por la muestra del heredero Monteverde, -- Lo siento señor, fueron muchas las pruebas que nos robaron, la suya estaba en el grupo por error – menciona uno de los empleados, Oliver frunce el ceño, él paga miles de dólares al año para que su prueba se mantenga en perfecto estado, incluso había pensado enviar a incinerar su muestra, había decidido no volver a casarse nunca, así que no iba a cumplir con la promesa que le hizo a su esposa en su lecho de muerte, ahora se arrepentía de no haberla enviado a destruir antes. -- ¿Mi muestra no debía estar en un lugar apartado?—pregunta él, y el empleado asiente, -- Lo lamento, tuvimos desperfectos técnicos hace unos días y todas las pruebas fueron trasladadas al mismo lugar, lo siento. El ladrón no tiene idea de las muestras que robo – menciona el empleado – Oliver estaba furioso, no se siente mejor al escuchar aquello, pero ahora no puede hacer nada, él mira a su asistente y le hace una seña, Minoz comprende todo, camina unos pasos y se dirige hacía el área de seguridad, toma cada una de las tarjetas de video, ellos se llevarían todas las imágenes de cada una de las cámaras de seguridad, Oliver se encargará personalmente de revisar cada video, él averiguará si lo que dice ese hombre es verdad, y cuando sepa ¿quién fue el ladrón? y ¿dónde fue a para su muestra? Será mejor que no hubiese querido haber nacido, porque Oliver Monteverde es un ser despreciable con quien osa meterse con él. Por otro lado Mia despierta muerta de hambre, se había quedado dormida toda la noche, ayer volvió de la clínica muerta de hambre y se dio con la sorpresa que no había nada en la heladera, tuvo que volver a salir en busca de comida, ella se preparó algo rápido para comer y una gran cena para más tarde, luego se acostó un momento, pero se terminó durmiendo hasta el día siguiente. Piero llegó muy tarde y no quiso despertarla, él se comió toda la cena que ella le preparó y se acostó muy cansado en la cama, esa mañana salió muy temprano dejando una nota para Mia, ** Cariño la cena estuvo deliciosa, salí temprano a una junta. Nos vemos en la noche, te quiero Piero ** Mia se sintió defraudada, al menos se imaginó que luego de haber pasado cinco maravillosos días con su esposo, él la despertaría al llegar, pero no fue así, ella sacudió su cabeza, se levantó de la cama y se dirigió al cuarto de baño, su día había comenzado y debía apresurarse si no quería llegar tarde al trabajo. -- ¡Buenos días! – saludó Mia al llegar, su jefe se encontraba en una llamada cuando la ve entrar, el hace una mueca y llama a Mia con la mano, -- ¡Buenos días señor Grant! – saluda Mia, Albert Grant el dueño de la inmobiliaria y jefe de Mia la estaba esperando, -- ¿Mia como estuvieron tus pequeñas vacaciones? – le pregunta el hombre de edad madura, ella sonríe y asiente, era obvio que no le contaría a su jefe como le fue en su viaje de aniversario, así que solo mueve la cabeza afirmando que estuvo bien y nada más, -- Me alegra, tengo una propiedad para ti. Se trata de una de las propiedades de la familia Monteverde – le dice Albert y Mia abre mucho los ojos, la familia Monteverde es demasiado conocida, es una familia muy poderosa e influyente en el país, todas sus propiedades son importantes y costosas, vender una propiedad de ellos implicaría una excelente comisión para el vendedor, y si ella lograba concretar aquella venta, eso sería genial, pensaba Mia, su sueño de ser madre estaría cada vez más cerca, podría convencer a Piero de olvidarse de esperar para cancelar su préstamo y embarcarse en el maravilloso mundo de la paternidad. -- ¿Familia Monteverde dijo? – preguntó ella, Mia quería estar segura de que escuchó bien, -- Así es, la señora Monteverde quiere vender un departamento que su hijo Oliver mantiene como recuerdo de su difunta esposa – le menciona Albert, Mia lo escucha y se sorprende, -- ¿Pero no sería su hijo quien tendría que venderlo? – le pregunto nuevamente más sorprendida, y Albert puso cara de pocos amigos, a él no le importaba quien debería venderlo, si era la madre o el hijo, sí lo buscaban a él para vender aquella propiedad, él la vendía y punto. -- ¿Mia de cuando acá nos importa quien deba vender una propiedad? – le dice y Mia baja la cabeza, -- ¡Lo siento! – se disculpa, ella había olvidado como eran las cosas con las familias ricas, Albert mueve la cabeza y le pide que se siente, -- Debes acudir a esta dirección, ahí te informaran todo a detalle. Ellos te entregaran todos los documentos y las llaves. ¿Tienes tu cartera de clientes? – le pregunta y Mia asiente, desde que comenzó a trabajar en la inmobiliaria, Mia se fue haciendo de sus propios clientes, ellos solo querían trabajar con ella, y Albert lo había aceptado, por eso él decidió darle esta propiedad a Mia, sabia muy bien que los mejores clientes los tenía ella, -- Mia espero que no me defraudes, confió en ti para vender esta propiedad – le dice y le entrega un papel con una dirección escrita, Mia la recibe y sale de la oficina, su día de trabajo había comenzado… La señora Monteverde quería vender el departamento a escondidas de su hijo, desde que falleció su nuera en él, luego de aquel accidente Oliver no se ha preocupado por él, es su madre quien se encarga de todo. Es por eso, por lo que Susan piensa que ya es el momento de que su hijo deje ir el recuerdo de su esposa, para ella su hijo Oliver es un hombre de 29 años, Susan quiere que él vuelva a vivir, como lo hacen los hijos de sus amigas, doña Susan se pregunta ¿hasta cuándo su hijo vivirá recordando a Linda? La señora Monteverde piensa que no será eterna. Ella también quiere tener nietos como todas sus amigas, quiere una nuera y una familia feliz, no es un pecado desear las mismas cosas que todas sus amigas tienen. Susan ha enviado todos los documentos con un empleado aprovechando que hoy sería la ceremonia de Linda, ella esperaba que luego de tres años, su hijo por fin los acompañe, nunca esperó que ocurriera lo que pasó en el banco de esperma y menos que su hijo salga como lo hizo de la casa, que no asista a la ceremonia de su difunta esposa no le preocupaba, solo esperaba que no se aparezca en el departamento justo cuando la corredora llegue por los documentos…
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD