Priscila Dos semanas después… Me encontraba sentada en el sofá de la sala perdida en mis pensamientos, en mi mente se revivían las escenas de todo lo que ha pasado entre Alan y yo, no me percate que alguien estaba tocando la puerta de manera insistente, una de las chicas del servicio había ido a abrir la puerta cuando sin más una voz que reconocí de inmediato me hizo volver en sí, era Samira mi amiga, ella tenía alrededor de dos meses que había vuelto a Inglaterra desde su país natal, ahora mismo estaba pasando una situación difícil pues su novio la había dejado por otra y para rematar sus padres estaban enfermos, mi pobre amiga había pasado tiempos muy duros los que la habían hecho caer en la depresión, sin embargo yo le había pedido que viniera cuando deseara para poder platicar y así