CAPÍTULO DIECISIETE Kyra giraba su bastón hacia todos lados golpeando ramas en el bosque mientras Alva estaba sentado en el césped al otro lado del claro con su espalda perfectamente erguida y observando. Al lado de él estaban Leo y Andor, ambos perfectamente quietos como sintiendo paz en su presencia. Respirando agitadamente y bañada en sudor por el sol matutino que pasaba entre los árboles, Kyra giraba y golpeaba como lo había estado haciendo por horas, golpeando ramas y enemigos imaginarios tal y como Alva le había ordenado, rompiendo ramas y haciendo que el sonido de su bastón hiciera eco por todo el bosque. Corría de un árbol a otro sintiendo que Alva la juzgaba con la mirada. Kyra aún no sabía que pensar acerca de él. Parecía mitad humano y mitad algo más, y aunque tenía la aparien