Me removí un poco y abrí mis ojos encontrándome a Marcos inclinado sobre mi abrochando mi cinturón de seguridad
— Aterrizamos en unos minutos— dijo al tiempo que dejaba un beso en mi frente antes de incorporarse y tomar asiento en frente de mí y abrocharse el suyo. Estábamos en el avión privado de la empresa y ya habíamos desayunado. Después de eso me quede frita en el cómodo asiento, definitivamente esto era viajar con lujo.
— ¿Estas bien? — pregunto Marcos y solo asentí feliz. Minutos después aterrizamos en el aeropuerto de Nassau. Bahamas. De donde salimos sin ningún problema. Al bajar del avión había sentido de inmediato el cambio del clima y di gracias a Dios por el vestido rosa palo de día suelto que me había puesto y las sandalias planas. Marcos por su parte llevaba unas bermudas
