ALICIA Dejo el bolígrafo en la mesa, me reclinó en mi silla y cierro los ojos un momento mientras trato de concentrarme en mi trabajo. Pero por más que trate me es imposible, y el culpable de mi predicamento es nada más y nada menos que mi marido Mark Scott. Llevamos días sin dirigirnos la palabra y yo durmiendo en la habitación de huéspedes y todo porque él no acepta la relación de mi hijo y Victoria, solo porque es modelo. ¡j***r! nuestra hija es modelo y no por eso es una puta oportunista, si solo lo pudiera ver. La cuestión es que está enojado y huraño conmigo y a pesar de que llevo un par de días tratando de hacer las paces con mi marido se cerró en banda y no hay nada que pueda hacer y a eso le añadimos que en cinco días es nuestro vigésimo noveno aniversario y tenía todo planeado p