Capítulo 12: Ansiedad

2319 Words
LA ANSIEDAD Es un mecanismo de defensa natural del organismo frente a estímulos externos o internos que son percibidos por el individuo como amenazantes o peligrosos, y se acompaña de un sentimiento desagradable o de síntomas somáticos de tensión. Se trata de una señal de alerta que advierte sobre un peligro inminente y permite a la persona que adopte las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza. Fuente: Wikipedia ************* Luka — De acuerdo — Intento no mirarla, soy un hombre de palabra y sé que al aceptar tengo que permitir que ella corra riesgos o se enfrente a dolores innecesarios. Sin embargo, Gia es valiente y fuerte y tenerla contra mi cuerpo, volver a probarla y estar en su interior fue un error y ya no hay vuelta atrás — Con una condición — Ella abre los ojos y se lleva la mano inquieta al cuello, sé que estaba asustada, que esperaba que dijera que no volvería. — ¿Me vas a poner condiciones tú a mí, Luka? ¿No te parece un poco, abusivo? — Sigue enojada a pesar de que volveré a casa y la comprendo, tengo el corazón acelerado, así ella piense que estoy tranquilo, simplemente negociando volver a estar juntos, de solo visualizar la idea de estar en mi casa, con mis hijos y con mi mujer, es suficiente para sentirme alterado. — No, tesoro. Tomaremos esto como un nuevo comienzo ¿Verdad? Una reconciliación en donde partiremos de bases de confianza y complicidad ¿Estamos de acuerdo? — Gia frunce el ceño, me conoce y sabe que no va a gustarle lo que voy a pedirle. — Tienes razón, pero... — Me acerco rápidamente a ella, me siento a su lado y la tomo del cuello, deslizo mi mano hacia su mejilla hasta extenderla por completo, ella gime e inclina la cabeza hacia un lado, mis dedos se pierden en su cabello, mientras Con mi dedo pulgar acaricio sus labios — ¡Chuuuu! — Susurro, su mirada dilatada, cargada de deseo, mis ojos se pierden en miel de los suyos y solo pienso en tenerla, de nuevo, una y otra vez, sin embargo, tengo que concentrarme, primero lo primero — No quiero, al científico cerca de ti o de los niños — Le susurro, mientras observo sus ojos cerrados y me concentro en su respiración agitada — Ni en casa, ni aquí en Bruselas, en la universidad o por casualidad. Lo quiero fuera de nuestras vidas — Gia abre los ojos y se levanta abruptamente y vuelve a pasar su mano por el lugar que yo acabo de acariciar. — No puedes prohibirme ser amiga de alguien, no soy de tu propiedad — Me instalo en el sofá y vuelvo a estirar los brazos y cruzo mis piernas. Claro que puedo hacerlo, ella es mía y ese tipo la tocó y tuvo una relación sentimental con ella, no va a estar en nuestras vidas. — Es una petición, para ti es importante la confianza y significa que tenga que contártelo todo, así te genere un riesgo a ti o a los niños y yo estoy dispuesto a aceptar — Ella me mira inquieta, sabe que no le estoy pidiendo nada, la presencia de ese hombre en nuestras vidas, no estoy dispuesto a negociarla — Yo solo te estoy pidiendo sacar de nuestras vidas a tu novio, es algo lógico ¿No crees? No es fácil para mí aceptar que has estado con otro hombre — Me levanto y me acerco a ella, la tomo por la cintura y la acero a mí — No es cómodo para mí, aceptar que ese hombre te ha tocado, que ha visto tu cara mientras te deshacías en orgasmos, si llegaste a tenerlos con él — beso su mejilla — Algo que dudo — Le digo. Gia y yo tenemos algo especial cuando estamos en la cama, follar o hacer el amor para nosotros va más allá de lo físico y las emociones, nos entregamos por completo, nos convertimos en uno y me jode profundamente el solo pensar en ella follando con ese tipo. — Desde que te conozco sé que eres un egocentrista, pero no me imaginaba que tanto, debes comprender que no siempre puedes ser lo mejor en todo — Su comentario me ha herido, lo está haciendo por venganza, para poder retribuirse los meses que pasamos separados. La conozco tanto que sé que le jode el dejarme volver sin hacerme pagar, así sea de esta forma. — Perfecto, tesoro. Hace siete años te mojabas solamente con escuchar mi voz, lo que perdona mi egocentrismo, todavía sigue sucediendo — Escucho el fuerte gemido de Gia, me muero por besarla, pero debo aclarar esta situación, no habrá otro hombre y sus orgasmos serán solo para mí, como sé que los han sido, porque estoy seguro de que no ha podido llegar a disfrutar del sexo con el científico, como lo hace conmigo, para eso tendría que, al menos excitarse y por lo que pude observar el otro día en la cocina, hay más química entre dos drones que entre ellos. — Esa es tu percepción — Me responde rápidamente. — Y la de todos, eso puedo asegurártelo, incluido tu noviecito — Vuelvo a sentarme y me sirvo una copa de licor. — No deberías tomar alcohol — Me dice girándose hacia mí. — Y tú no deberías llevar a dormir, a tu noviecito a mi casa, donde viven mis hijos — Estamos en penumbras, pero estoy seguro de que se ha ruborizado — Pero si todos hiciéramos lo que deberíamos hacer, tal vez nuestra vida no sería tan emocionante — concluyo. — ¿De qué estás hablando? — Pregunta intrigada. — Nos hemos desviado del tema, el científico está fuera de nuestras vidas — Le repito. — No has respondido a mi pregunta — Me dice, está empezando a enojarse y a mí me importa una mierda, quiero a ese hombre fuera. — Ni tú a la mía — Se acerca hasta donde estoy y extiende sus brazos a cada lado de mi cuerpo, se sujeta del sofá, para luego montarse en mi regazo y mirarme a los ojos, estoy completamente excitado y maravillado con su reacción. — Tú me dejaste, te largaste, así que ahora no vengas a exigirme nada, mis orgasmos son míos, sin importar quien me los proporcione, tú, yo o él, son míos y espero que te quede claro — La observo intrigado, no sé a dónde quiere llegar, pero mi erección está creciendo considerablemente — Si me mojo contigo o con otro, es mi problema, no el tuyo — Levanto una ceja cuando siento que ella mueve su pelvis contra mi erección, espero que termine pronto con esta comedia, porque estoy empezando a enfurecerme, no voy a permitir que me compare con ese tipo, ni con ninguno otro — Y cuando abandonas a tu esposa, ella tiene derecho a rehacer su vida con quien quiera, a besar a quien quiera, a follar con quien desee — Acerca su cara a la mía y yo cierro mi mano deprisa contra su cuello, ella levanta su cara, y me mira con reto y furia. — ¡Fóllame! — Mi susurro la impresiona, la desarma porque lo que busca es hacerme sentir culpable, lo que ha logrado, pero que no necesita saber. — Estás loco — Su respiración se agita, sus labios se entreabren y sus ojos brillan llenos de deseo. — Y tú estás mintiendo — Suelto su cuello y enredo mi mano en su cabello, la beso con fuerza, con rabia y luego la miro a los ojos y me muerdo los labios — Nunca te acostaste con él y no vas a hacerlo — Su mirada me da la respuesta y mi mente y mi espíritu se tranquilizan. — No puedes estar seguro de eso, no soy la estúpida esposa abandonada en espera de que su adorado e ingrato marido vuelva — Me dice y siento su dolor y me apropio de él. — Pero si eres mi tesoro, eres mía, como yo soy tuyo y ni tú, ni yo hemos permitido que otra persona nos toque, no de esa manera — Sus ojos se humedecen — Me ha dolido inmensamente verte con él, ver cómo te besaba, como compartías con él, pero sé que, a pesar de eso, tus orgasmos siguen siendo míos, como los míos, siguen siento tuyos — Susurro mirándola a los ojos. — ¡Luka! — Suspira y cierra los ojos. — Está fuera de nuestras vidas ¿Estamos de acuerdo? — Ella asiente y yo vuelvo a besarla y solo pienso en perderme de nuevo en su interior. Nuestro beso se vuelve profundo, salvaje, intenso, estoy perdido en las sensaciones. — Luka, debemos volver a Bélgica, ¡ahora! — La puerta se abre estruendosamente y nos volvemos al escuchar la voz de Rozo, fuerte, grave e inquieta, algo malo está pasando — Lo siento — Dice, para luego cerrarla automáticamente al vernos a Gia y a mí en el sofá. — ¡Jean! — La voz de Gia en tono de pánico, el mismo que siento yo en este instante. Nos organizamos en segundos y salimos del estudio, Rozo nos espera en el salón del palacete, a donde Gia y yo entramos apresurados, tomados de la mano. — ¿Qué sucede? ¿Jean está bien? — Él observa nuestras manos y asiente sutilmente, antes de que su mirada adquiera un tono de gravedad y mora a Gia — Puedes hablar, Gia está al corriente de todo — Vuelve a asentir y sé que está satisfecho con lo que ha pasado, pero el momento no es el adecuado ahora para hablar sobre nosotros. — La pista que estabas siguiendo — Recuerdo los computadores en el suelo ¡Mierda! Me he descuidado — Nos lleva directamente hacia tu padre, aunque todo es muy confuso porque hasta hace dos días parecía que estaba llevando una vida normal, sin ningún tipo de problema, por lo que hemos comprobado — Recibo información periódica de mi padre, en realidad no es muy detallada porque no me interesa su vida. — ¿Y qué ha sucedido que pueda ser tan alarmante? — Siento unas pequeñas punzadas en la cabeza, controlables por ahora. — El envío del sobre, se hizo desde ese lugar — Esto no es posible. — ¿Mi padre envió el sobre? — No entiendo absolutamente nada. — ¿A quién lo envió? — Gia aprieta mis manos — A un código postal en una oficina de Brujas, no hay grabaciones del retiro y la dirección postal fue cancelada horas después — Debe haber un nombre, de eso estoy seguro. — ¿A nombre de quien estaba? — Siento a mi lado como la respiración de Gia se agita. — De tu hermana, de Danna — Gia me mira y se lleva una mano a la boca. — Siempre sospeché que seguía viva, te lo dije Luka— Gia está en pánico, este es uno de Los motivos por los que pensaba que era mejor dejarla al margen. — Nos vamos, los niños no pueden estar sin nosotros — Si mi hermana está viva, no puedo comprender su relación con mi padre biológico, no lo conoció, ni siquiera tuvo acceso a su nombre, no que yo lo sepa. Debo hablar con mi madre. — Eso no es todo — me giro hacia Rozo que sale detrás de nosotros — Tu padre ha desaparecido, no hay registro de viajes a su nombre, no hay nada, es como si se lo hubiese tragado la tierra. — ¿Crees que esté en Bélgica? — Pregunta Gia. — Es una opción, Gia — Le responde Rozo. Salimos del palacete y subimos a los autos que se mueven con rapidez. Mi mente no puede dejar de reflexionar e intento encontrar algo que me indique el motivo por el que mi padre y Danna podrían estar en contacto. — Jean, vamos a hacerle una prueba de ADN — Les digo a todos y Gia me mira. — Tienes razón, si además de ser el tío de Jean, eres su hermano, tu porcentaje de consanguinidad será más alto — Debemos movernos con rapidez, esto es una locura ¿Mi hermana con mi padre biológico? Y por qué han esperado tanto tiempo para actuar. Algo no cuadra. — Revisen la casa de mi padre y consigan una muestra de su ADN, no importa cómo, un cabello, un vaso usado, en su auto, algo debe haber — Aunque sé que si mi hermana sigue viva y está detrás de todo esto, puede que ya hayan limpiado todo en la casa de mi padre, pero debemos intentarlo. — Hecho, estoy enviando a unos hombres de confianza — Responde Rozo mientras escribe rápidamente, el conductor se mueve con agilidad, necesitamos llegar a casa lo más pronto posible. — ¿Crees que es necesario? Con tu muestra puede es suficiente — Me dice Gia y lo sé, pero a pesar de ser alguien tan racional, en ocasiones me muevo por instinto. — No sé si sea importante o no, tesoro, pero siento que hay algo que no cuadra y prefiero no dejar nada al azar — Espero que los niños estén bien, tengo que calmar mi nivel de estrés y ansiedad. — Rozo ¿Los niños? — Pregunto cuando observo por el espejo retrovisor que su gesto al leer un mensaje. — Jean no ha salido con los otros niños del colegio — Mi corazón se acelera, Gia y yo nos miramos en el instante en el que nuestros teléfonos suenan al unísono. — Tengo un mensaje de la escuela — Dice Gia — mi corazón se acelera al ver llamadas perdidas de la escuela y el mismo mensaje. Las manos de Gia se sienten sudorosas y sus ojos se llenan de lágrimas.
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