PERVERSO, el amor del millonario

Capítulo 3: Sospecha

LA SOSPECHA

Es una común cognición de desconfianza en la que una persona duda de la honestidad de otra persona o cree que otra persona es culpable de algún tipo de fechoría o delito, pero sin una prueba segura.

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En la actualidad

Luka

Durante cinco años pensé que por fin tenía todo lo que quería, una mujer encantadora que amaba con todo mi corazón, dos hijos inteligentes y amorosos por los que daría mi vida y amigos con los que podía contar en todo momento, sin embargo, en todos estos años jamás me imaginé que mi cuerpo me traicionaría de esta manera y que estaría alejado de Gia por mi propia decisión o que alguien amenazaría con quitarnos a Jean.

— El chico que entregó el mensaje recibió la orden por teléfono y recogió el paquete en el parque donde los niños juegan, el rastro del p**o se pierde, estamos enfrentando a alguien muy inteligente — Levanto la mirada, Rozo está concentrado en la información que me está entregando, muy profesional — La persona que llevó el paquete lo hizo la noche anterior, estaba vestida de n***o, robusta, alta, caminaba extraño, pienso que evitaba que la reconociéramos, de lo único que estoy seguro es de que era un hombre, que conocía muy bien el parque y la ubicación de sus cámaras o llevaba mucho tiempo estudiando vuestros hábitos — La furia me embarga.

— ¿Cómo diablos paso esto? ¿Nadie lo noto? — Thomas baja la mirada, eso es imposible, tenemos un grupo de seguridad, su trabajo es remarcar la presencia de gente extraña, de amenazas — Si existe la mínima posibilidad de que mis hijos hubiesen sido seguidos sin que nadie se enterara, todos estarán fuera ¿Para qué diablos les p**o? — Thomas levanta la mirada.

— Tenemos a uno de los mejores hombres encargado de la seguridad de los niños, lo escogimos personalmente, puedes estar seguro de que nadie los siguió — Su mirada penetrante, segura.

— ¿Quieres decir que es alguien de nuestro entorno? ¿Quién? ¿El noviecito de Gia? — Grito y me levanto, camino hacia la ventana, aparte de todo lo que está pasando, ver a ese tipo en mi casa, con mi mujer es como sentir algo atravesando mi garganta lentamente y generándome el dolor más profundo.

— Llevamos tiempo investigándolo, no hemos encontrado absolutamente nada — Me dice Rozo.

— Quiero su computadora portátil y la de su casa ¡Ahora! Voy a encargarme de revisar toda su información personalmente — Thomas se aleja, sé que va a conseguir todo lo que le he pedido, el imbécil del novio de Gia se ha ido y la llama por teléfono todo el tiempo, me dan ganas de acabar con su puta y sonriente cara de científico — ¿Y mi hermana? — Rozo me mira muy serio, esto no va a gustarme.

— El día antes de que tu hermana cayera al río, una chica con características similares desapareció, vivía sola, no tenía buena relación con su familia y sus vecinos tardaron algo de tiempo en darse cuenta de su desaparición, se enteraron por su gato que empezó a maullar todos los días fuera de la casa — Rozo continúa sentado concentrado en sus documentos.

— ¿Y cómo saben el día de su desaparición? — Sigo mirando por la ventana, en el jardín mis hijos juegan con su madre, tienen grandes pistolas de agua y están mojándola por completo, el otoño se acerca y ellos aprovechan al máximo los días de sol y calor que nos quedan.

Aprieto mis manos, hoy todo ha ido bien en el colegio, están realmente felices y cuando fui a recogerlos me pidieron que, al día siguiente fuera con Gia, al parecer piensan que he vuelto a casa.

— Cuando el vecino denunció su desaparición, en su trabajo se enteraron y confirmaron la fecha del último día en que la vieron, la tarde antes de lo que pasó con tu hermana — Me duele la cabeza, pero no he tenido ningún tipo de crisis, no me siento débil ¡Espero continuar así! — ¿La cabeza? — Pregunta Rozo inquieto.

— Un dolor un poco molesto, pero nada comparado con las veces anteriores — Le informo.

— Entonces estás mejorando, eso es bueno — Ya sé lo que va a decir y si es verdad que es un buen signo, no sé cuánto tiempo vaya a durar — con la presión a la que estás sometido en este momento, deberías estar realmente mal — Tiene razón, tal vez de verdad me esté recuperando y ¿Si no firmo el divorcio y solo espero un poco? Tal vez podría recuperar a Gia — ¡Cuéntale!

— Rozo — No quiero generarme falsas expectativas, me encantaría sacar del camino al idiota ese y volver a estar con mi mujer y mis hijos como una familia, pero no quiero verlos sufrir, imaginar que un día podría paralizarme o simplemente morir me hace desistir de la idea, por lo menos por ahora.

— No han encontrado nada, tienes la misma posibilidad que una persona normal de sufrir un accidente cerebro vascular, bueno, un porcentaje un poco más elevado, pero es mínimo, no puedes renunciar a tu familia por algo que no tienes la certeza de que pueda pasar — Me dice.

— ¿Y las crisis? ¿Y si sucede algo mientras duermo? ¿Cómo disimulo lo mal que me pongo con los dolores de cabeza? No puedo someter a mi familia a pasar sus días en silencio o con las persianas cerradas para no molestarme — No poder controlar esto y estar separado de mi familia, me está matando.

Por lo general, las personas que sufren de migrañas con aura pueden tener una vida normal y se supone que es más común en las mujeres, sin embargo, yo tuve la suerte de tenerla, algo que heredé al parecer de mi padre biológico, que sufría intensos dolores de cabeza que lo ponían de mal humor y violento.

Además, en la que tengo predomina una afectación motora, que me genera entumecimiento y parálisis en una parte del cuerpo, todo un coctel de síntomas, incluidos náuseas y en ocasiones alteraciones visuales, lo que llevó a que en las crisis que he tenido, que en los últimos meses se han vuelto más constante, llegara a pasar varias horas y hasta días sin poder valerme por mí mismo.

— Pero si puedes someter a dos niños pequeños a crecer con sus padres separados — Detesto cuando Rozo tiene la razón, que por lo general es casi siempre.

La puerta se abre y veo entrar a un Bastien contrariado, estaba en París y ha llegado hoy y como siempre, se olvida de los modales.

— Rita me ha contado todo, ¿Qué saben de nuevo? — Tomo la nota y se la entrego. Levanta una ceja mientras la lee y luego frunce

el ceño — ¿Estás seguro de que la loca de tu hermana se murió? — Rozo lo mira de mala manera, ellos dos no han logrado llevarse bien, solo se toleran y Rozo casi no le habla — No he dicho nada extraño Xoxo, no sabemos si de verdad cremaron a la hermana correcta — Dice Bastien dirigiéndose a Rozo.

— Tampoco sabemos si podemos confiar en ti, podrías estar organizando todo con tu hermanito querido en París, ya sabes el dicho "Si no puedes con tu enemigo, únete a él" — Rozo ha dado en el blanco, no quería decirlo, a pesar de que no soy de las personas que se callan lo que opinan, soy directo y me gustan las cosas claras.

— Tenemos la sospecha de que la persona que está haciendo esto se encuentra en nuestro entorno, que es alguien cercano — Le digo a Bastien que pone sus codos en sus rodillas y extiende su cuerpo acercándose a mí.