Punto de vista de Lilith. ———————————————————— Atlas había aparecido en la puerta de mi departamento, casi como si fuera dueño del lugar. Su frustración era evidente desde el primer momento, y aunque intentaba mantener su habitual control, yo lo notaba. Era como una sombra bajo su semblante siempre tan impecable. Me miró con esos ojos que siempre parecían estar buscando algo más allá de lo evidente, pero yo no estaba de humor para ser interrogada. Lo observé de pie en mi sala, tan perfectamente vestido como siempre. Cada detalle de su atuendo hablaba de poder y dinero, pero lo único que me interesaba en ese momento era el contrato. Ese maldito contrato que había firmado. Mi cabeza me daba vueltas por la fiebre, pero no iba a mostrarme débil frente a él. No podía darle esa satisfacción.