******************* El día fijado para la fiesta de cumpleaños de Gabriel estaba a tan solo dos días y muchos de los papás habían confirmado la asistencia a partir del día siguiente, lo que significaba que sería un fin de semana largo, desde el viernes hasta el domingo por la tarde. Iván había llegado hasta el miércoles de esa semana, ya que había tenido que hacer demasiados encargos para la fiesta y terminar pendientes en el trabajo y, aun así, tendría que trabajar remoto, al igual que Diana lo hacía, cuando podía. Sus abuelos eran un sol y si no hubiese sido por ellos y la ayuda inestimable de Lessa, seguramente se habría vuelto loca. Agradecía enormemente que la hacienda tuviera varias habitaciones, pero, aun así, tendría que hacer prácticamente milagros para hospedar a todos los que