********************** Y ese era el mismo pensamiento que le cruzaba por la cabeza a Diana. Era la única manera de proteger a Gabriel, ya lo había pensado porque, el riesgo de que Jonathan se enterara de que tuvo un hijo suyo y nunca se lo dijo, era demasiado grande, sobre todo ahora que los niños, además de ser mejores amigos, comenzaban a darse cuenta de las semejanzas entre ellos. El problema era lidiar con Gabriel, no sería fácil convencerlo de que era lo mejor. —¡No! —le grito a su madre mientras subía corriendo la escalera y se encerraba en su cuarto azotando la puerta. Era la primera vez que le hacia un desplante como ese, pero no podía entender porque tenía que cambiarlo de colegio. —¡Cariño, por favor! ¿Puedo pasar? —tenía el rostro pegado a la puerta, mientras trataba de entr