—Tu marido no llegara al menos en las próximas dos horas. Es bastante terco, le ofrecí que viajara conmigo en el avión privado del corporativo, pero, me rechazo tajantemente. Su vuelo salió dos horas después que nosotros. —Si, lo sé, me lo dijo. —¡Vaya! Parece que se cuentan todo. ¿Puedo pasar? —Yo… no… no se… tu-tu esposa seguro que te está esperando y no creo que… le haga mucha gracia que estes aquí. —Deni… Denisse piensa que salí con dos horas de retraso. —¿Sabes que? Entra —le abrió la puerta para dejarlo pasar porque, seguramente los vecinos ya debían empezar a preguntarse quién era el tipo parado en la puerta—. Mi hijo esta arriba. —Si, lo sé, no quiero molestarte. No hare nada incorrecto, pero es que… yo… necesito hablar contigo. Deni me ha dicho algunas cosas que… yo nece