Catering

1621 Words
No puedo sentirme atraída por los dos hermanos, ni por ningún hombre diferente a mi novio, vivimos juntos, hemos compartido los mejores momentos de nuestras vidas y los más difíciles. Jess ha sido mi amigo y mi amado durante toda la vida, no puedo simplemente sentirme perdida en el deseo por otra persona, no sé en qué momento mi vida normal, se convirtió en este cúmulo de sensaciones cargadas de deseo y erotismo Vuelvo a casa suavemente, no me interesa mucho llegar y ver a Jess, porque he decidido decirle la verdad esta noche. Nosotros no nos mentimos, nuestra relación se basa en la confianza y no quiero faltarle; le contaré como me siento, le diré lo que ha pasado con los dos príncipes y lo confundida que me encuentro, le diré lo de mis sueños y seguramente comprenderá. Si Jess me perdona y quiere seguir conmigo, me aferraré a él como si fuera un clavo caliente. Preparo su cena favorita, pollo asado con verduras y papas, es algo sencillo, pero que a él le encanta, he comprado vino tinto, lo destapo mientras espero, no es que quiera celebrar algo, pero necesito relajarme un poco y que él no se encuentre tenso. Mis manos están sudando, no he parado de pasarla por mi ropa, llevo puesto un vestido ligero, verde de con estampados geométricos, las grandes vacaciones escolares se acercan, junio está llegando a su fin y las temperaturas aumentan. Estoy muy nerviosa, no tengo la menor idea de como Jess vaya a tomarse el hecho de que me sienta atraída por otros hombres, porque ahora no solo mi corazón palpita de esa manera por un hombre que no es mi pareja, sino que, además, me he sentido completamente mojada y excitada con el hermano ¡Diablos! Yo no sería tan comprensiva si me encontrara en el lugar de Jess. — Keira, necesito hablar contigo — Jess entra apresurado en casa y yo suspiro, tengo que hablarle de como me siento y en realidad no será para nada fácil. Reviso a mesa por última vez, recogí flores silvestres y las puse en un florero en medio de la mesa, se ve linda, es algo que no hago a menudo. — En la cocina — Le grito. Jess entra rápidamente, su cara completamente seria, tengo la impresión de que va a decirme algo muy grave. Ni siquiera se fija en la mesa, ni en que preparé su plato favorito, parece diferente, me está ocultando algo importante. Lo miro y me pregunto como llegamos hasta este punto, ocultándonos las cosas uno a al otro, es como si estuviéramos viviendo dos vidas separadas. — Te he engañado y me siento como la peor persona del mundo — levanto una ceja y tomo asiento en un taburete alto. Mis manos continúan sudando y ahora están temblando. Sé que debería sentirme aliviada o tal vez engañada, pero solo siento una profunda decepción ¿En qué momento llegamos a esto? — ¿Estás enamorado? — Le pregunto y él me mira extrañado. Tal vez sea importante saberlo, porque si no lo está, tal vez podamos darle una nueva oportunidad a nuestra relación ¡Estoy pensando estupideces! Lo nuestro ya no funciona, si lo hiciera, no estaríamos los dos sentados frente a frente confesando que sentimos algo por alguien más. — Sí, eso creo, es diferente a lo que he vivido contigo, es algo nuevo, mucho más intenso — Bajo la mirada y empiezo a jugar con mis dedos, ¿Lo nuestro era tan plano? — ¿Por qué me preguntas esto? No quiero hacerte daño —Me muerdo el labio inferior y lo miro a los ojos, es hora de decirle la verdad. — Porque aunque yo no te he engañado, he deseado a otras personas — Él levanta una ceja al escuchar la palabra personas — No tengo la menor idea de lo que siento, solo sé que es así de intenso que me asusta y mirándonos y escuchándonos ahora, me he dado cuenta de que nosotros somos mejores amigos que novios — Él me mira con una sonrisa triste — ¿Con quién me engañaste? ¿Puedo saberlo? — A pesar de que no estaba segura de seguir con Jess, saber que me ha engañado escuece un poco, imagino que el que habla es mi orgullo, saber que ha estado con otra persona, cuando todavía estábamos juntos, me ha dolido. — Tú la conoces, como Serena — En general no soy posesiva, pero mi corazón se encoge y mi vientre pareciera estarse anudando por completo ¿Qué es esta broma cruel del destino? Por un lado, sueño con ella todos los días y por el otro, ella se tira a mi novio. ¡Empiezo a detestarla! Ojalá se saliera de mi cabeza. — Jess, ¿Sabes con quién te has metido? Es la prometida del príncipe Nil, ¿sabes la que se formaría si se enteran?— Expreso, muy sorprendida y angustiada, Jess corre peligro al verse con esa mujer, precisamente la mujer por la que me lancé del puente, la que se supone que debo salvar, aunque no sé exactamente de qué. — Keira, tengo que decirte algo, pero debes prometerme que guardarás el secreto, sobre todo porque ella estaba muy intrigada por el hecho de que la hubieses llamado por su nombre, en realidad fue para preguntarme por ti que se acercó en primera instancia a mí — Vaya, ahora resulta que yo he sido la celestina en este encuentro amoroso, yo, la novia del novio. — Sabes que puedes contar conmigo, te prometo que tu secreto estará a salvo conmigo — Jess toma mis manos y asiente. — Ella solo ha estado haciéndose pasar por su hermana gemela, nadie sabe donde está la verdadera Serena, ha desaparecido — Mis manos empiezan a temblar de nuevo y siento un pitido en mis oídos "Corre" "Ven por mí, Keira" "Sácame de aquí" — ¿Quieres decir que ella no es Serena? — He repetido lo que acaba de decirme, pero es que no puedo creerlo, necesito estar segura de escuchar de manera correcta. — No, y nadie lo sabe, Keira — Se acerca a mí y me abraza, mi corazón palpita acelerado, ¿Serena no es Serena? — Nunca pensé que lo tomarías con tanta calma, no sé si sentirme agradecido u ofendido — Me dejo abrazar por Jess, suspiro y le devuelvo el abrazo con fuerza, mientras mi mente no para de trabajar, pensando en la verdadera Serena. Si ella no es Serena, no puede ser la chica de mis sueños, porque estoy segura de su nombre. Entonces, ¿Dónde está ella? — He hecho tu plato favorito y comprado vino — Jess sonríe a carcajadas. — Tengo la sensación de que ibas a dejarme — Sonrío y continúo abrazándome a Jess, su calor me reconfortan "Ven por mí, no tardes, corre" — Cierro los ojos y mientras Jess me abraza, de repente, me invade una sensación de tristeza inmensa ¿Dónde estás, serena? Paso una noche pésima. Después de cenar, Jess se fue, me dijo que podíamos seguir compartiendo la casa, como compañeros de piso y que él tomaría la habitación de sus padres. Lleve el coche a la mañana siguiente al Castillo como el príncipe heredero me lo había pedido. Mi garganta estaba seca, porque aparte de posiblemente poder ver la colección de autos, podría también verlo a él o al príncipe Nil ¡Dios mío! Ahora ando suspirando por dos príncipes, como si estuviera en un cuento de hadas. Cuando llego al castillo con el auto, no me dejan entrar más allá del portón, un chico llega, toma las llaves y se va en el coche. No vi al príncipe, ni los autos de colección- Tengo que buscar la forma de entrar al castillo, necesito saber lo que realmente pasó con Serena y hoy acabo de perder una oportunidad. Vuelvo al taller, preocupada, podría decirle a Jess que me ayude a reunirme con su novia y tal vez deba hacerlo, pero no creo que ella se sienta en confianza conmigo, lo vi el día que estuvo en el taller. — ¿Puedes creerlo? Hay una fiesta en el Castillo, como si fuéramos a vivir una cenicienta moderna, todo el mundo se pregunta si el príncipe Alexandro se presentará con alguna joven, ya sabes que al ser el heredero de la corona, debe proporcionar también un heredero a su pueblo, por lo que no puede permanecer soltero por mucho más tiempo, las revistas dicen que su madre lo está presionando para que se case — Mara está realmente entusiasmada leyendo sobre el príncipe Alexandro y mi boca se seca al recordar su cuerpo cerca al mío, la forma en la que hablo a mi oído y me dijo que me follaría si no tuviera que irse. Pero recuerdo que me hizo ir hasta el castillo y ni siquiera fue capaz de hablarme o al menos saludarme ¿Qué estoy pensando? Es un príncipe. — Mara, ¿Te gustaría ir a la fiesta? — Ella me mira como si estuviera enloqueciéndome. — Claro que me gustaría, es más, daría lo que fuera por ver el castillo y como se visten las chicas que han sido invitadas y te imaginas si pudiéramos ver al príncipe Alexandro — Suspira, y vuelvo a recordar lo que he vivido, con los dos. — ¿Conoces a la empresa de Catering de la fiesta? Podríamos ir de meseras y poder ver personalmente su majestuosidad — A Mara le brillan los ojos. — Enseguida llamo — Tengo que aprovechar esa fiesta para acercarme a la falsa Serena y descubrir de una vez por todas, lo que está pasando.
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