Michel. No lo puedo creer, Mari esta dormida hace dos días, no hay rastros de que va a despertar y de verdad que estoy muy asustado, los nenes no dejan de preguntar por ella y no tengo respuesta alguna para darles, más que mamá esta cansada y que solo quiere dormir, tampoco dejan que entren a verla, y creo que no los dejaría que la vean de esa manera, a mi me afecta demasiado y a ellos peor, por eso no quiero por nada que vean esto, a parte que esta con transfusión de sangre y con respirador, en estos momentos mi deseo de ser padre de una familia numerosa no me agrada nada. —¿Mi?. —me paro de un salto viendo que tiene cara de miedo sacándose el respirador—. ¿Qué me pasa? ¿Por qué tengo esto?. —Calma, no te alteres ya te explico todo, solo mantente calmada. —Esta bien. —voy a la puerta